La jefa de la Unidad de Biodiversidad de la Comuna, ingeniera María Esther Alvarenga, afirmó que –de los que alcanzaron a ser censados– ya se retiraron cerca de 120 en estos meses y que otra importante cantidad cayó durante el temporal del sábado pasado.
Los árboles que deben ser reemplazados son especies no aptas para el arbolado urbano, como el eucalipto y leucaena, según la ingeniera. También están los nativos deteriorados por los años. “Tienen huecos, están afectados por termitas y ya no presentan la resistencia para soportar el viento”. El proceso de retiro y reemplazo total aún tardaría por la poca disponibilidad de funcionarios e infraestructura para el área en específico.
CABLES SUBTERRÁNEOS. Alvarenga hizo énfasis en la necesidad de que los tendidos eléctricos sean subterráneos, ya que otro gran inconveniente es la poda para el despeje por parte de la ANDE. Lamentó que por esta medida se deban sacrificar añosos árboles. “Son podas agresivas que hacen que el árbol crezca desproporcionado y caiga con el viento. O justo donde le cortaron empieza a pudrirse porque es una herida abierta donde ingresan los patógenos”.
Indicó que es necesaria una coordinación interinstitucional con la empresa estatal. “Urge la zanja técnica, que los cables sean subterráneos, para que el arbolado pueda crecer libre de malas podas que sufren cada año. Ellos (ANDE) dicen que el costo es alto, pero ¿acaso no lo son también las constantes reparaciones que deben hacer por la cantidad de cables caídos con cada tormenta?”, cuestionó.
CENSO. Desde organizaciones ambientales, como A Todo Pulmón, dicen que es urgente continuar con censo de arbolado urbano para verificar estado fitosanitario. En el último temporal cayeron cerca de 400 árboles solo de Asunción.
2.628 árboles censados en tres avenidas de Asunción y en las plazas: Italia, De la Democracia y De los Héroes.
398 del total de censados, antes del temporal del sábado ya urgían retiro y reemplazo por casos de deterioro.
Varios árboles nativos están afectados por termitas y ya no presentan la resistencia para soportar el viento. María Esther Alvarenga, jefa de Biodiversidad.