Peceto, vitel toné, asado de carne, pollo, chorizos, enrollado de carne, ensaladas de papas con mayonesa, de arroz, de fideos, postres, sidra, cerveza, vino, gaseosas y un sinfín de opciones alimenticias son las comidas de cada día en diciembre, pero especialmente en la cena de Nochebuena. Tras ese atracón del menú, que siempre continúa al día siguiente con los recalentados, la licenciada Carolina Sosky, nutricionista, recomienda optar por volver al equilibrio, con una dieta saludable, no estricta ni con ayunos.
“El cuerpo pasó por una comilona, o por una dieta distinta a lo que uno comería en condiciones normales; las comidas navideñas son un poco diferentes a las tradicionales. Entonces, lo que se puede es tratar, no digo el 25, porque mucha gente sigue disfrutando y comiendo lo que queda, pero por lo menos al día 26 tratar de volver a un sistema de alimentación que no necesariamente sea una dieta estricta, pero sí que sea algo dentro de lo moderado”.
VOLVER AL EQUILIBRIO. No llegar a una dieta extrema, de vivir de agua o de lechuga, sino que volver a lo natural, recomienda la nutricionista Carolina Sosky. Para lograr ese proceso insta a elegir comidas caseras hechas en casa, evitar las comidas procesadas, dejar de lado los panes dulces, los turrones.
Para volver al equilibrio se puede optar por frutas, por ensaladas de verduras, apostar por platos que no tengan demasiada sal, hidratarse. Y otro tip es volver a la rutina de ejercicios, o salir a caminar. Evitar el sedentarismo.
“La sal después de una comida muy copiosa retiene mucho líquido. Las personas al día siguiente de una cena navideña o posfiestas dicen que suben hasta 2 kilos por todo lo que significa la retención de líquidos, que no es solamente engordar, sino que tiene que ver con el tema de la retención”.
“Volver a la calma porque ningún extremo es bueno”, insiste la nutricionista Sosky. “El extremo de irse todo, el hecho de comer de más, ni tampoco el extremo de decir voy a hacer ayuno, porque eso ya es salirse un poco de lo natural y de lo que necesita el cuerpo. El cuerpo sigue funcionando normalmente con la única diferencia de que hubo excesos en los días previos. Hay que tratar de buscar la moderación y volver al equilibrio”.
LOS RECALENTADOS. Si la carne fue guardada de manera hermética y bien refrigerada se puede consumir, pero cuando se queda a la intemperie y contiene salsas de huevo, cremas, se debe evitar su consumo.
También se debe conservar adecuadamente el puré de papas o la ensalada de papas, para evitar que fermenten, destaca.
Para la nutricionista Sosky, compartir con la familia y comer cosas ricas sin privaciones debe ser lo primordial en estas fiestas de fin de año. Evitar ese estrés en estas fiestas y disfrutar con moderación.