En su informe publicado en la víspera, la firma sostiene que la LRF estipula que el saldo rojo solo puede rebasar el límite en los casos específicos detallados en el artículo 11 de la ley, como ser emergencia nacional, crisis internacional que impacte en el país o caída de la actividad económica.
Sin embargo, continúa diciendo, ninguna de estas excepciones se da en la actualidad, por lo que el principal desafío para el Ministerio de Hacienda es mejorar el gasto público para evitar un nuevo salto del déficit.
Hugo Royg, en diálogo con ÚH, manifestó que si el Tesoro no puede realizar los ajustes necesarios para adecuarse a la legislación, está renunciando a su obligación de administrar adecuadamente los recursos en una economía que precisa de un sector público austero.
Señaló que un exceso del gasto fiscal puede agudizar el deterioro económico, lo que implicaría incrementos en las tasas de interés o problemas de financiamiento. Resaltó que es recomendable que se respete la estabilidad macroeconómica y alertó que el aumento del gasto puede incluso favorecer al clientelismo en un año electoral como este.
“El administrador lo que tiene que hacer es generar las condiciones para que se respeten los principios macroeconómicos”, expresó Royg.
Anuncio. La posibilidad de tener por segundo año consecutivo un déficit por encima del tope legal, fue anunciada hace unos días por el ministro de Hacienda, Benigno López, tras reunirse con legisladores para informarles acerca del proyecto de ley de actualización de la LRF.
El titular del Fisco ,dijo que si bien creen que se podría volver al 1,5% del PIB, si la economía crece como se espera y si los gastos se manejan racionalmente, tener de nuevo un saldo rojo dentro de los parámetros de la LRF , podría representar un ajuste fiscal muy fuerte en momentos en que se necesita acompañar el crecimiento económico.
El año pasado, alegando la recesión, el Gobierno obtuvo el permiso del Parlamento para elevar el déficit al 2,8% (USD 1.087,3 millones) y potenciar las inversiones, pero el compromiso era volver a ajustarse al límite en este ejercicio (ver la infografía). Entidades como Itaú y Dende ya habían proyectado un déficit por encima del 2% para el 2020.