El asesor económico de la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP), Rubén Ramírez, ve con preocupación la escalada del dólar debido a los efectos que tiene en la economía. Se refirió especialmente a las importaciones, cuyos valores se miden por la moneda extranjera.
“Todos los insumos agrícolas son importados, así como muchos componentes de la industria y de la gastronomía también son importados, de manera a que eso se traslada finalmente al consumidor en un escenario tan difícil”, manifestó.
Explicó que esta situación podría repercutir en la campaña sojera 2020-2021, ya que los insumos, como fertilizantes y maquinarias se compran en dólares y definen los costos de producción y rentabilidad de la producción.
Asimismo afectaría a los locales gastronómicos que reanudaron sus actividades en la cuarentena inteligente y que buscan recuperarse del paro total que duró alrededor de dos meses.
Ramírez apela a que el Banco Central del Paraguay (BCP) intervenga para que la oscilación cambiaria no sea tan brusca y aporte en cambio una mayor estabilidad.
Sin mayor preocupación. El analista Amílcar Ferreira y el investigador del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep), Gustavo Rojas, coinciden en que por el momento no hay una importante presión por el tipo de cambio.
Ferreira explicó que la devaluación del guaraní todavía se mantiene dentro de las proyecciones que tiene el BCP, entre 4% y 6%, para el 2020. También mencionó que contribuye a una menor presión de tipo cambiario la alentadora exportación de commodities equilibrada con una menor importación, así como el ingreso de divisas a través de la emisión de bonos por USD 1.000 millones.
Estima que lo que podría generar presión es una modificación en comportamiento del comercio exterior, es decir que caigan las exportaciones y que al mismo tiempo el sector de los importadores demande dólares.
Por su parte, el analista de Cadep expuso que la deflación registrada en los últimos meses, muestra que el guaraní puede seguir a la baja sin que tenga efectos negativos en los precios de la canasta básica, aunque la agudización de este comportamiento tampoco es beneficioso para la economía. “Si la meta de inflación no converge con la meta del Banco Central, el BCP sí o sí va a subir la tasa de interés”, mencionó sobre uno de los instrumentos que puede utilizar la banca matriz.
Si bien se refirió a la estabilidad a la baja de los intereses de la Reserva Federal de Estados Unidos hasta el 2022 como un factor favorable para una menor presión por la diferencia cambiaria.
Agregó que por otro lado hay riesgos de un aumento del endeudamiento, atendiendo a que la deuda pública está en dólares, pero el escenario también depende de la actividad económica que genere los ingresos necesarios para pagar los compromisos.
Si la moneda norteamericana se sigue fortaleciendo frente al guaraní, podría impactar con un alto costo de los insumos importados que deben destinarse a la próxima campaña sojera.