Al cumplirse un año del gobierno del presidente Mario Abdo Benítez, consultamos a los referentes principales del sector cárnico acerca de su evaluación.
En general, tanto el presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Luis Villasanti, como el presidente de la Cámara Paraguaya de Carnes (CPC), Korni Pauls, identificaron hechos positivos y negativos que sucedieron a lo largo del primer año de Gobierno.
Villasanti dijo que la última crisis política inyectó incertidumbre a la economía, la cual persiste. “Creo que esta crisis está perjudicando fuertemente a todo el comercio en general, no solo a la ganadería, el país está en la incertidumbre”, dijo.
Esta incertidumbre desmotiva las inversiones, agregó. En ese sentido, dijo que de alguna manera se tiene que poner un corte a esta situación y además, mejorar la comunicación de qué se está haciendo.
Por otro lado, valoró las gestiones del Gobierno para la apertura de nuevos mercados. “Estamos a puertas de los Estados Unidos y en la antesala del mercado japonés. Realmente el Gobierno se esmeró para abrir mercados”, dijo.
En ese sentido, recordó que el papel del Gobierno en las gestiones para que Taiwán retire el cupo para el envío de carne desde Paraguay es fundamental, así como las gestiones para que se pueda llegar a China a través del Mercosur.
Pauls por su parte cuestionó que el Gobierno no consultó a la industria acerca de los nuevos mercados que tenía planeado gestionar, como Panamá y Turquía. “Por lo menos tenían que consultarnos las opciones. Finalmente son los frigoríficos los que hacen las exportaciones”, señaló.
También consideró como un aspecto negativo el impulso que dio el Gobierno a la creación de un Instituto de la Carne, instancia que la CPC considera innecesaria.
Finalmente valoró la accesibilidad que mostraron las autoridades del Gobierno relacionadas al área. “Tuvimos comunicación directa, eso fue positivo”, señaló.
Factores externos. Tanto Villasanti como Pauls recordaron que el rubro tuvo un año con complicaciones debido a factores externos, como el clima y las variaciones de los precios.
“Estamos pasando un año muy difícil, no es precisamente culpa de ningún presidente, es por la sequía y las lluvias, pero ahora se completa con la crisis política que repercute en la economía y toda la producción”, indicó Villasanti.
Pauls, a su vez, dijo que hubo bajas pero la demanda tanto en el exterior como a nivel local se mantuvo equilibrada.