Las manifestaciones que se centran en Bagdak y otras ciudades desde el pasado martes ya se cobró la vida de más de un centenar de personas y cerca de 4.000 heridos, informó este domingo la gubernamental Comisión de Derechos Humanos de Irak.
Este es el último balance ofrecido a Efe por Ali al Bayati, portavoz de la comisión, que especificó que el sábado hubo cinco manifestantes muertos en Bagdad, mientras que otros 13 fueron heridas en la ciudad de Diwaniya, al sur de la capital, donde se registraron nuevas concentraciones.
Al Bayati añadió que “internet ha vuelto de forma intermitente” al país, aunque la gente “sigue sin acceder a las redes sociales”.
Según NetBlocks, una plataforma global que supervisa la censura en la red, el acceso a internet fue levantado durante dos horas esta madrugada, aunque se volvió a bloquear, y la conexión regresa al 27%, tal y como se registró en días anteriores en el país.
“Durante dos horas, los iraquíes pudieron acceder a las redes sociales utilizando los servicios de VPN”, afirmó hoy en su cuenta de Twitter esta plataforma, que mostró un gráfico de los picos de conexión durante esta madrugada.
El sábado, las manifestaciones y los enfrentamientos se produjeron en varios puntos de la capital, donde las autoridades levantaron el toque de queda, si bien impusieron la misma medida desde pasado el mediodía hasta nuevo aviso en Diwaniya y Di Qar, al sur de Bagdad.
Irak vive este domingo una jornada de incertidumbre ante la ronda de negociaciones que comenzaron el día anterior entre el Gobierno y representantes de los manifestantes para terminar con esta serie de protestas.
La enviada especial de la ONU para Irak, Jeanine Hennis-Plasschaert, expresó ayer su “profunda tristeza” por la “pérdida de vidas sin sentido” en las protestas.
“Cinco días de muertes y heridos: esto debe parar. Pido a todas las partes que hagan una pausa y reflexionen. Los responsables de la violencia deben rendir cuentas. Dejad que el espíritu de unidad prevalezca en Irak”, escribió el sábado en su cuenta de Twitter.
Las protestas dieron comienzo el martes 1 de octubre y fueron convocadas en las redes sociales por los ciudadanos, que tanto en internet como en las calles exigen mejores servicios públicos, más oportunidades de trabajo y el fin de la corrupción.
De momento, ningún partido o movimiento político de las varias facciones que dominan la escena política iraquí se puso al frente de las movilizaciones.
El clérigo chií iraquí Muqtada al Sadr pidió hace dos días la dimisión del Gobierno de Adel Abdelmahdi, formado hace un año con un perfil tecnócrata para hacer frente a los acuciantes problemas económicos que sufre Irak tras años de conflicto armado y mala gestión de los recursos naturales, así como elecciones anticipadas.