Libertad cambió mucho para este partido, de nombres y también futbolísticamente. En tanto, Cerro repitió el equipo que inició contra Guaraní y su rendimiento futbolístico fue muy semejante al que tuvo en su estreno.
Las variantes realizadas por el colombiano Leonel Álvarez tuvieron efectos positivos. Paulo Da Silva impuso su jerarquía, Ángel Lucena le dio dinámica, agresividad y claridad al mediocampo gumarelo y el charrúa Rodrigo Rivero le brindó cambio de ritmo y buena pegada. Eso le valió a Libertad para hacer la diferencia en la primera parte con el gol de Tacuara Cardozo.
Cerro no pudo pesar en ofensiva, pese a que en la formación se lee que juega con dos en punta. Conejo Benítez puso entusiasmo a su juego, pero por momentos jugó muy lejos de Churín y por consecuencia alejado de la zona de resolución.
El revulsivo. En el complemento el ingreso de Federico Pachi Carrizo le permitió a Cerro tener más variantes en ofensiva. El argentino entró desinhibido al juego, encaró, fue claro y preciso, pero no fue bien aprovechado por sus compañeros, que no tuvieron paciencia y erraron el camino. El equipo de Jubero exageró con los pelotazos frontales y los centros predecibles desde los costados, que agigantaron la figura de Da Silva, que tuvo a José Canale como dupla defensiva y que no desentonó.