Alegó que no se trata de populismo sino de llevar adelante medidas concretas para dar respuestas a un país pobre y desigual.
Refirió que lo hace tras la sugerencia de la iglesia sobre un diálogo social. “Tiene que ser un diálogo conducente”, consideró el liberal.
“Yo planteo algunos puntos concretos. La gente realmente está muy molesta y creo que Paraguay ya no aguanta”, manifestó.
“Tenemos que ser sinceros en ese sentido, tenemos que eliminar los altos salarios de los tres poderes del Estado, empezando por el Parlamento, el Judicial, el Ejecutivo y las binacionales”, sentenció.
“Hay sueldos de 30, 40, 70, 100 millones. Esto no es populismo, es sentido común. Un país con tanta pobreza genera mucha rabia, y esto destruye, mata la democracia”, indicó el senador.
Se declaró a favor de la deforestación cero, y del cobro de impuestos al tabaco, alcohol y juegos de azar.