26 ago. 2025

ADN, mafia y cultura

Por Gloria B. Rolón L.
grolon@uhora.com.py
La presencia de grupos, asociaciones, corporaciones y cuanto conglomerado de personas unidas o conformadas con el único o primario interés de delinquir, en nuestra muy particular historia, no es nueva. Es más, algunos fanáticos hurgadores del pasado aseguran que ese estilo “non santo” de ganar dinero fácil es casi inherente a nuestra mismísima constitución como nación (igualan a colonizadores y colonizados en sus gustos por el pillaje). Por ende, está en el ADN de esta cerrada casta que conforma la sociedad paraguaya, dicen.
Reales o no tales afirmaciones, lo cierto y lo concreto -y en esto sí parece haber consenso- es que no fue sino en la era estronista que esa afección hacia lo ajeno (y por sobre todo si ese ajeno era el Estado) se institucionalizó. Se hizo cultura, refuerzan sociólogos y estudiosos del comportamiento de la masa criolla.
De allí que las últimas acciones del nuevo Ejecutivo y de la Fiscalía de Delitos Económicos y Anticorrupción adquieren dimensión de transcendencia histórico-político-cultural.
Este fin de semana no solo se confirmó lo que hace tiempo era vox populi: la existencia de maletines con recaudaciones para la corona, sino que se destapó todo un esquema de comportamiento que había dado vida a una cultura, la de la corrupción. Evidenciar y desbaratar esa mafia, en consecuencia, más allá de un efectivísimo impacto político-mediático para el gobierno de Fernando Lugo, es en realidad un primer gran golpe a la anquilosada forma de actuar de muchos de los paraguayos y paraguayas (siempre al margen de la ley).
Y de paso nomás, la otra gran beneficiada con todo esto es la política en sí misma. El arte de gobernar como la definen los politólogos.
Aunque no lo quieran admitir, muchas y muchos de los personajes que incursionan en política partidaria activa tiene como leitmotiv, más que el amor a ella, un febril enamoramiento a la posibilidad que esa actividad daba (hasta el jueves pasado) de acceder a beneficios extras, como el de formar parte de esa cadena de recaudadores para la corona, por ejemplo.