En las últimas semanas trascendió que Abdo mantuvo varias reuniones con Horacio Cartes para pactar algunos acuerdos que se llevaron en el Congreso, como la designación del nuevo ministro de la Corte, César Diesel, y otras conversaciones que se dieron en los días previos a la conformación de las nuevas mesas directivas que posicionaron a Pedro Alliana, reelecto en Diputados; y el anticartista Óscar Salomón (Añetete) al frente del Senado.
Este lunes, el mandatario presenta su plan de reactivación económica que ya recibió duras críticas por parte de la oposición y la ciudadanía que reclama transparencia en el uso de los USD 1.600 millones otorgados en carácter de préstamo internacional.
Ante este escenario poco favorable, el jefe de Estado se tuvo que trasladar hasta la sede del Senado para mantener una conversación directa y sin protocolo con los integrantes de la mesa directiva y los legisladores más reacios, entre ellos el líder del Frente Guasu, Fernando Lugo, quien le ratificó que no están de acuerdo con acompañar la aprobación de un nuevo paquete de préstamo que aumentará la deuda externa de Paraguay.
G7. En esta maniobra política, Mario Abdo no solo busca acercamiento con Cartes sino también con los senadores colorados que están abroquelados en el grupo conocido como el G7, sector liderado por Cachito Salomón, quien logró consolidarse para sumar apoyo para la presidencia del Congreso. Avanzan las conversaciones con Lilian Samaniego, Mirtha Gusinky, el ex vicepresidente Juan Afara y Derlis Osorio. Hasta se menciona que podría sumarse el senador cartista de Paraguarí, Juan Darío Monges.
Quieren tener trato directo con el presidente y no aceptan la idea de que Hugo Velázquez sea el interlocutor porque consideran que se quedan fuera de las decisiones y negociaciones que se dan en torno al Gobierno.
Tras ser una figura sumamente cuestionada por su participación en la negociación fallida para la comercialización de energía de Itaipú a favor de una empresa brasileña, el vicepresidente Hugo Velázquez justamente retomó su acercamiento con los legisladores en el marco del proyecto de reforma estructural del Estado. En Diputados, los colorados están abroquelados en tres bloques: cartistas, Añetete y el sector de Arnaldo Samaniego, que suele jugar con el oficialismo. Este acercamiento que está haciendo Mario Abdo con los legisladores se da en medio de presiones internas. Muchos dirigentes están aprovechando la proximidad del 15 de agosto para exigir un cambio de timón en el Gabinete. Algunos buscan posicionar sus fichas en los ministerios y secretarías. Los más cuestionados son Eduardo Petta (Educación), Carla Bacigalupo (Trabajo) y Liz Cramer (Industria y Comercio). Los últimos cambios que se dieron en el Ejecutivo fueron la movida de piezas en Interior. Juan Ernesto Villamayor pasó como jefe de Gabinete y en su lugar quedó Euclides Acevedo, y en el Ministerio de Justicia fue ubicada Cecilia Pérez.
Aumentan las críticas
El presidente Mario Abdo Benítez ratificó su pleno respaldo al ministro de Salud, Julio Mazzoleni, en medio de los cuestionamientos que pesan sobre su administración por las compras fallidas de los insumos médicos provenientes de China y que desnudaron sospechas de corrupción con las licitaciones sobrefacturadas y de mala calidad que salpican a las firmas vinculadas al clan Ferreira. Dentro el Gabinete se deslizaron las diferencias que hay sobre la actuación de Mazzoleni.