La diversión y los juegos correspondientes a las vacaciones de invierno se acabaron. 1.700.000 chicos vuelven hoy a estudiar a unas 10.000 escuelas y colegios públicos. Y muchos de ellos retornan a una realidad que, a pesar de ser ya conocida, no es nada agradable. Están obligados a aprender en precarias e inhumanas condiciones.
REALIDAD. Miles de niños y niñas estudian sentados sobre ladrillos o troncos; sin techos y paredes que los protejan de la lluvia, el viento o el sol; con un charco de cloaca formado en el patio de la escuela a causa de que una fisura en la tapa del pozo ciego; con frío y las ventanas abiertas a causa de la falta de luz eléctrica; con miedo a que toda la infraestructura de madera se derrumbe sobre ellos debido al daño causado por las termitas; sin tizas, sin pizarrones, sin globos terráqueos, sin kits escolares, sin leche y sin galleta. Parece una exageración y una queja más, pero lastimosamente se trata de un fiel relato de la realidad.
Ante esta situación, los padres se ven obligados a tomar cartas en el asunto y hacer los deberes del Gobierno.
“Las escuelas dependen exclusivamente de los padres, aunque no se puede apretar demasiado a las familias porque hay poca disponibilidad de dinero y muchas necesidades. En las escuelas se tienen que reparar pupitres, baños, techos y pisos. El Ministerio de Educación y Cultura (MEC) no da nada de materiales, hasta las tizas compramos. Tenemos que mantener los pizarrones y las instalaciones eléctricas. Los docentes tienen que pagar hasta sus jornadas de capacitación”, afirmó Francisco Zaracho, presidente de la comisión de padres de la Escuela Brasil.
CARENCIAS. Las previsiones presupuestarias del Ministerio de Educación para el funcionamiento de las escuelas en el 2009 son iguales a las de este año, que resultan insuficientes para cubrir las necesidades de las instituciones educativas del sector. Cada escuela recibirá solamente G. 200.000 para reparación de aulas.
Un ejemplo de esta falta de atención estatal a las necesidades de las instituciones educativas se hace palpable en la escuela 240 Eugenio A. Garay, de Mariano Roque Alonso. Allí, más de 300 alumnos dan clases en aulas que tienen el maderamen del techo invadido por las termitas y las paredes y pilares corroídos por la humedad. Asisten 1.200 alumnos.
A esto hay que sumar los cientos de maestros que enseñan gratis todos días a lo largo y ancho del país. Con todas estas falencias en la educación, la nueva administración del MEC tendrá mucho por hacer.
PROMETEN 100% DEL SUPLEMENTO ALIMENTICIO
El ministro de Educación y Cultura designado, Horacio Galeano Perrone, presentó la semana pasada su plan de sus primeros 100 días de gestión.
En él se incluyen los siguientes puntos: cumplir en un 100% los planes de suplemento alimenticio escolar (leche y galleta); ejecutar en un 70% los gastos previstos en el rubro de infraestructura; dotar de los planes de estudio al 100% de los consejos y coordinaciones departamentales de Educación y el 90% de las 8.276 instituciones educativas de la educación básica; diseñar un programa de formación continua en servicio para los 27.783 docentes de educación básica y media que están en aula sin la habilitación pedagógica necesaria; y poner en marcha el programa “Tolerancia Cero” de saneamiento inmediato del Sistema Educativo
Vale mencionar que el Paraguay duplicó en los últimos cinco años su presupuesto en Educación. Sin embargo, un informe de Unesco advierte que otros países de la región, como Argentina y Brasil, invierten dos veces más en la formación de los estudiantes de la básica o primaria, mientras que en Chile la financiación es tres veces superior.