El drama descrito es que hay un doble escenario: Las industrias (afincadas la mayoría en Central) necesitan que llegue el maíz para las aves a los centros de envasado, y de ahí salir de nuevo hacia los destinos del interior, donde están las granjas avícolas.
Desde hace una semana están padeciendo –según dijo– el apriete de los transportistas en ruta, que no les dejan circular, con lo que unos 15 millones de aves (producción total) corren el riesgo de mortandad masiva.
Mauger incluso refirió que analizan con el gremio al que pertenece generar demandas penales, ya que es imposible quedar con los brazos cruzados, al ver que hay presión en la ruta contra los choferes que sí quieren trabajar.
Lamentó que los camioneros hayan hecho un compromiso, pero que no cumplan con las autoridades ni la ciudadanía.