Noelia Duarte Solís
PRESIDENTE FRANCO
Las obras, que contemplan la construcción de 100 viviendas, cinco de ellas inclusivas, a la fecha están paralizadas y en medio de malezas que crecen entre las casas que debieron ser entregadas hace bastante tiempo. Varios materiales ya fueron rapiñados. Es un proyecto de la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat), que data de varios años atrás y está a cargo de la empresa constructora El Progreso SA, por un monto de G. 6.932.739.700.
Alberto Vera, de la oficina regional de Senavitat, dijo que los trabajos tienen un atraso de cuatro años; la empresa solicitó ante la entidad una ampliación para concluir las construcciones, incluyendo la construcción de red de agua potable y el sistema general de lumínica en la propiedad.
El caso está a cargo de las direcciones jurídica y técnica de Senavitat, y debe definirse en breve para dar continuidad a los trabajos. “Las obras están paralizadas, pero en un 90% de culminación; hay detalles que no se incluyeron en el contrato de construcción y por eso se pide la ampliación que está ahora en análisis”, expresó el jefe regional del ente.
Las viviendas se construyeron en un inmueble adquirido por Senavitat, las calles están empedradas, además de poseer un tanque elevado, que requiere del sistema de conexión.
Se informó que hasta el momento está abierta la etapa de admisión de carpetas para los interesados en acceder a las viviendas económicas.
Saqueo. Varias casas fueron rapiñadas por inadaptados, algunas ya no tienen puertas, los vidrios de las ventanas están rotos, e incluso en una de las manzanas, ya hurtaron todas las piletas instaladas en la parte trasera de las viviendas.
Tampoco dejaron los juegos de baños, rejas de las ventanas y hasta las tejas de las casas; a simple vista durante un breve recorrido se observa la falta de esos materiales. Las malezas son muy altas en todo el sector y como existe un bosquecillo en la propiedad contigua, es fácil para los amigos de lo ajeno, hurtar en las casas y esconder los objetos.
Los vecinos del barrio próximo al área adquirida por Senavitat advirtieron de esta situación y la empresa contratista envío un cuidador en la zona, quien estuvo esquivo a nuestras consultas sobre el retraso en las obras y la limpieza del sector. “Todo lo que ocurre en la obra es responsabilidad de la empresa contratista, ellos deben reponer lo sustraído para entregar a la Senavitat. La idea es entregar las viviendas este año a los beneficiados, hay muchos reclamos de los que esperan la definición de este tema”, comentó.
EN CIUDAD DEL ESTE La empresa El Progreso SA, vinculada al político liberal Arnaldo Barreto, es la misma que tiene a su cargo la construcción de 150 viviendas en el km 10 Acaray de CDE y que están totalmente abandonadas, debido a una cuestión judicial.
Senavitat construyó en un inmueble que no era suyo; se debió comprar el terreno de Joaquín Idalín Paiva, pero en medio de procedimientos poco claros de parte de la adjudicataria y anteriores administradores del ente público, el perjuicio quedó para los que soñaban con la casa propia.
Las construcciones en el km 10 comenzaron a la par que de las de Franco, según explicó Vera. El proyecto tiene un costo de 10.717.440.580, pero se acentuaron los trámites, pues el dueño del inmueble falleció y los herederos accionaron.
“En este caso es mucho más lento para que los beneficiarios accedan a las casas. Hay personas que fueron adjudicadas por resolución, pero también están peleando cada uno por su caso”, reveló Vera.
Soledad Núñez, titular de Senavitat, quien estuvo en la zona en marzo, reclamó que se hayan construido 150 viviendas en un terreno privado, que no fue transferido a la institución, pero fue pagado en la totalidad.
