Existen avenidas enteras en Asunción cuyas veredas son playas de estacionamiento y los transeúntes deben caminar por las calzadas. A esto se suma el mal estado de las veredas. En el Casco Histórico, donde concurren numerosos turistas, abundan las aceras destruidas.
En la Avda. Eusebio Ayala, que es la de mayor tráfico, las aceras peatonales, en gran parte de su tramo, fueron convertidas por los comerciantes en playas de estacionamiento, dejando en algunos casos pequeños e incómodos espacios para el peatón. Entre I. Lezcano y Martínez Ramella está una chatarrería instalada en la vía pública, que obliga al peatón a bajar a la peligrosa calzada.
Desde cerca de 22 de Setiembre hasta Choferes del Chaco, luego hacia De La Victoria y cerca de Defensores del Chaco, se repiten sobre Eusebio Ayala estos copamientos de aceras por parte de vehículos.
También en la Avda. Fernando de la Mora ya no se tienen veredas para los peatones como fija la ordenanza. A lo largo de toda esa vía, las aceras están llenas de vehículos. En el periodo anterior, la Junta Municipal había actualizado la ordenanza sobre veredas en Asunción, a fin de que la capital tuviese aceras accesibles para personas con discapacidad. Pero a la hora de la práctica, la normativa es letra muerta.
Otra situación que se presenta son los destrozos de las aceras en el Casco Histórico de Asunción y el microcentro. Zonas donde las aceras están intransitables hace años, incluso hasta en cercanías de edificios históricos y sedes públicas, como el Panteón de los Héroes, la Casa de la Independencia y la Cancillería. Varios tramos de calle Palma, donde la Comuna había construido aceras unificadas, están con pozos que dificultan el paso de la gente.
ÚH intentó conocer la respuesta municipal a esta irregularidad, y tras varias derivaciones de interlocutores, Guillermo Valdez, responsable del control de las veredas, dijo que no podía responder y que tenía que hablar antes con sus superiores.