25 abr. 2024

“Usen y abusen del Paraguay”

Por Guido Rodríguez Alcalá

Hubo un tiempo en que los presidentes paraguayos sabían leer sus discursos, e incluso escribirlos.

Hoy no lo saben, y sus improvisaciones son poco afortunadas. “Usen y abusen del Paraguay”, dijo Horacio Cartes a un grupo de inversionistas extranjeros. Después se aclaró que no había querido decir lo que dijo, y debemos aceptarlo, porque la inocencia se presume; de otro modo, sería culpable de apología del delito, según el artículo 238 del Código Penal.

Quitando el despropósito, Cartes ha sabido expresar la orientación de su gobierno, que es la de favorecer al agronegocio y desfavorecer al campesinado. Como prueba, menciono un caso: El 15 de setiembre pasado, un brasiguayo, desde un helicóptero de Yacyretá, dirigió el desalojo de 200 familias campesinas asentadas en Guahory (algunas, desde hacía 20 años). Según autoridades del Indert, los campesinos ocupaban tierras fiscales, con conocimiento del Indert. Sin embargo, se los desalojó con excesiva violencia, con robo y destrucción de sus bienes. El propósito fue dejar esas tierras en poder de brasiguayos que las codiciaban. El jefe de los brasiguayos, el del helicóptero, agradeció a Cartes por el desalojo. ¿No es esto usar y abusar del Paraguay?

Un solo caso no basta, me objetarán. Entonces menciono otro: Marina Cué. La represión, con muerte y tortura de campesinos, fue en el 2012, pero la condena de los campesinos criminalizados es reciente, y favorece a la ganadera Campos Morombí, que no tenía ni tiene títulos para reclamar el campo ocupado por ella, que pertenece al Indert, y de donde desalojaron a los campesinos por pedido del latifundista. Otro caso más: Laterza Cué, terreno ocupado por campesinos desde hace 40 años, y donde han construido dos escuelas y una iglesia. Vendido ilegalmente a colonos brasileños, el lugar fue intervenido brutalmente por la Policía, que expulsó a los agricultores paraguayos. En estos y en otros casos, el trasfondo es el mismo: el acaparamiento de la tierra, un hecho alarmante que se da a nivel internacional, y ha sido deplorado por las Naciones Unidas y el Banco Mundial. Existen diferencias nacionales: en algunos países se restringe el acaparamiento de la tierra; en otros, hay que pagar mucho por ella; en otros, basta con ocuparla en forma ilícita. Por eso es tan fácil usar y abusar del Paraguay.

¿Hasta dónde se abusa de nuestro país? Para comprenderlo, recomiendo leer el libro de Abel Areco y Marielle Palau, Judicialización y violencia contra la lucha campesina, publicado en agosto pasado por Base IS, con apoyo de Misereor. Como otros libros de Base IS, este puede conseguirse gratis en el local de la oenegé (Ayolas 807 esquina Humaitá).

El tema central del libro es la criminalización de las reivindicaciones campesinas. Criminalizar –como explica el penalista e investigador Juan Martens en el prólogo– es tratar como si fuera ilícito un acto lícito; por ejemplo, reclamar lo permitido, e incluso exigido por la Constitución, como la reforma agraria (artículo 114), o a la salud (artículo 68), a la salud amenazada por agrotóxicos.

Los casos de criminalización presentados son 43, ocurridos entre agosto del 2013 y agosto del 2016; en estos tres años de Cartes. Si él no quiso decir que se abusara, así se lo entendió.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.