06 ago. 2025

Urge controlar y proteger vestigios de nuestra historia en subsuelo asunceno

Restos arqueológicos que subsisten en la capital se pierden por falta de control o de declaración de los hallazgos en construcciones, según especialista. Destaca que aún se pueden rescatar objetos históricos.

Reliquias.  La arquitecta Miranda conserva restos de diferentes épocas como muestra de la necesidad de un rescate histórico.

Reliquias. La arquitecta Miranda conserva restos de diferentes épocas como muestra de la necesidad de un rescate histórico.

Aun cuando la Ordenanza 35/96 identifique 45 sitios históricos en Asunción y la Ley 5621/16 obliga a declarar los hallazgos arqueológicos en el subsuelo, estos vestigios y restos de nuestro pasado se pierden sin remedio por desconocimiento de esa norma y falta de control por parte de las instituciones encargadas.

La jefa del Departamento de Patrimonio Cultural de la Comuna capitalina, arquitecta María Teresa Miranda, indicó que hasta las crecidas cíclicas del río Paraguay se llevan estas piezas y rastros, por lo que se creó la categoría de patrimonio subacuático.

“Toda Asunción es un sitio arqueológico. Hay varias capas o estratos de nuestra historia debajo del terreno. Por eso se exige que se hagan trabajos de arqueología previos a cualquier excavación. Con la construcción de los edificios aparecen cosas de valor”, empezó diciendo la profesional.

Sin embargo, agregó que “el grave problema es que no se declara lo que se encuentra, a lo que se suma la debilidad en cuanto al control de esas excavaciones en el Casco Histórico y en el centro”, explicó.

Mencionó que al momento de gestionarse la aprobación de planos en la institución municipal se pide realizar un sondeo arqueológico, sobre todo en zona del microcentro. Acotó que también la Secretaría Nacional de Cultura debe chequear cada obra y emitir resolución favorable o desfavorable según se trate o no de un sitio con restos arqueológicos.

“En zona del Congreso nos informaron extraoficialmente que se encontraron restos cerámicos indígenas, pero no sabemos a ciencia cierta de qué tipo ni dónde fueron a parar porque no se declaró. Hay una falencia entre las instituciones y criterio de los profesionales que deben saber que al haber una obra deben declarar”, indicó.

“Cuando el objeto es más próximo a la civilización indígena es más valioso porque habla de la antigüedad de los asentamientos. Sabíamos que había nativos a la llegada de los españoles, pero desconocemos su modo de vida. Un arqueólogo puede hacer un estudio de un pedazo de vasija, flecha o arco que nos diga de que época es, la característica de esa cultura, si sabían escribir o no, si se expresaban por imágenes, signos o símbolos, si manejaban el fuego o no”, sostuvo.

FRAGILIDAD. Por otra parte, la arquitecta María Teresa Miranda resaltó lo frágil que son estos restos de las diferentes épocas de nuestra historia, atendiendo que son de tierra y cal principalmente.

“El patrimonio que está en el subsuelo es muy endeble por el hecho de que muy entrado el siglo XX no aparece aún el cemento. Es frágil y los propietarios tienen obligación por ley y por ordenanza de mantener en condiciones sus edificios y declarar el hallazgo de estos restos”, insistió.

Puntualizó que “si superponemos planos desde la época de Azara notaremos que los cimientos están aún ahí o deberían estar. Los edificios con cuatro o cinco subsuelos, por supuesto, arrasaron con todo: pero creemos que hay mucho que todavía se puede rescatar y salvar”.