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Aparte de estar unidos por la misma pasión: la música, a Nina Castro y José Salinas; Cristina Bitiusca y Alcides Ovelar, y Jesús Parada y Sandra Lorena Giménez los une el amor, ya que son parejas dentro y fuera del escenario.
Sus historias tienen como protagonista a la música.
El arpista paraguayo Alcides Ovelar trabajaba en un crucero y se interesó en una cantante del bar de al lado. Era la rumana Cristina Bitiusca. “Más que amor a primera vista comenzamos con una amistad. Éramos vecinos de camarotes y empezamos por compartir la música. A tres meses de habernos conocido empezamos a salir”, recuerda Ovelar.
Haber empezado como amigos les dio confianza y una complicidad especial. “Él es una persona divertida y alegre, altruista y amable. Creo que eso fue lo que me gustó en él. Aparte de que era un moreno churro”, dice ella, entre risas.
“Definitivamente la música nos unió. Así surgió el dúo y empezamos a trabajar juntos también”, cuenta él, y agregan: “Para la música, como para el amor no hay fronteras, idiomas o barreras. Eso es lo lindo”.
En 2010, decidieron alargar sus vacaciones por Paraguay y se quedaron como 6 meses, cuando iban a volver a los cruceros se enteraron del embarazo de Cristina, y decidieron quedarse definitivamente en el país. “Ya pasaron seis años desde aquel entonces”, dice la rumana.
En coincidencia nace Eurolatin, su dúo, que “es la mezcla de dos culturas, la europea y la latina. De ahí el nombre”, comenta el arpista.
Cristina y Alcides integran además el Conjunto Folclórico de la OSN.
NINA & CÍA. La historia de la cantante brasileña Nina Castro y el pianista paraguayo José Salinas arrancó en la Universidad Estatal de Londrina, donde él seguía la carrera de Música y ella la de Historia. “Nos conocimos por un amigo en común. Me dijo ‘tengo una compañera que canta muy bien, por si necesitás para hacer piano y voz’”, recuerda él.
Ese amigo los presentó y José se sorprendió cuando vio a Nina, porque era una rockera, no por prejuicio, sino porque no se imaginaba cantando con ella; “yo era más nerd”, señala él, entre risas.
Hablaron y probaron unas canciones. “Cantamos ‘Sosinho’ en la versión de Caetano Veloso y para mí fue un flechazo musical. Con esa música se dio todo, sentimos como si nos conocíamos de toda la vida”, dice José.
A partir de allí trabajaron juntos y, si bien había atracción entre ellos, la relación no era posible porque Nina tenía novio. Realizaron varios shows en Brasil y en 2008 vinieron a Paraguay. “Yo produje un concierto benéfico en el Tom Jobim y la invité, y ella aceptó (...)”, cuenta.
Realizaron el concierto con otros músicos, entre ellos Rolando Chaparro, quien invitó a Nina a quedarse unos días más para cantar en su cumpleaños. “Yo me quedé fascinada con el José que vi en Paraguay; tan suelto, amiguero, diferente... y me terminé de enamorar, porque ya lo estaba, pero no tenía certeza”, dice Nina, y agrega: “Llamé a mi novio a contar que me quedaba más tiempo y terminamos la relación”, relata.
Nina da el siguiente paso, para sorpresa de José, que quedó mudo con la confesión del amor de Nina. Cuando él reaccionó, se hicieron novios y desde entonces no se separaron más.
Volvieron a Brasil para proseguir sus estudios y después regresar al país, donde luego de pasar por varias agrupaciones crearon el grupo Nina Castro & Cía.
Si bien se los asocia a música brasileña, Nina y José hacen de todo. “Hacemos varios estilos, comenzando por bossa nova, samba, latin jazz (...); nos adaptamos al público, si va a ser una noche argentina, hacemos unos tangos”, cuenta esta pareja, que por el momento solo piensan en “hijos musicales”. Además, este año planean lanzar su devedé Cantando historias, mientras componen temas propios para otro cedé.
La Compañía. El acordeonista colombiano Jesús David Parada vino a Paraguay en 2010 para ofrecer un concierto con Los Embajadores Vallenatos, sin imaginar que se enamoraría de la hija de la persona que lo buscó del aeropuerto. “Nos conocimos en el karaoke de mi hermano en Ciudad del Este”, dice ella, y él agrega que en un asado escuchó cantar a Sandra y le encantó.
Empezaron a hablar y se fueron conociendo. “Luego se cumplió el plazo para que él vuelva, pero se quedó”, dice ella entre risas, mientras Jesús agrega: “Tenía proyectos laborales aquí, debía encontrar una excusa”.
A Sandra le gustaron las canciones de Jesús, quien la conquistó con “Tenerte me hace fuerte”, una composición que hizo en su honor.
Luego se hicieron novios y hace 2 años empezaron su familia con la llegada de su hijo, Emmanuel.
En ese mismo tiempo crearon el grupo La Compañía, que hace todo tipo de músicas. “Ahora estamos grabando nuestro primer sencillo, “Libérame de ti”, que contiene vallenato, folclore colombiano y paraguayo”, cuentan.