19 abr. 2024

Un país de maravillas (que no se ve)

Por Lupe Galiano

En medio de tanta enmienda, elección, reelección, discurso navideño y recorridas varias, el Gobierno de Cartes tiene algo bueno: presenta rendición de cuentas en varios ministerios. De ahí a que los informes se ajusten a la verdad de la milanesa hay un largo trecho.

Entre pelearse por el IRP, el presupuesto 2017 y otras yerbas, el ministro churrito también hizo su balance del año y como siempre en estos casos aprovechó para usar unos cuantos términos difíciles, como desgravamen, dumping, IPC, libor, a no confundirlo con Liborio, y otras palabrejas raras, cuya finalidad es que vos no entiendas nada y por ende no se te va a ocurrir cuestionar nada.

Esta vuelta una de las estrellas del Gobierno dijo –palabras más, palabras menos– que estamos en un país de maravillas. Lo que no dijo es que tenés que ser una especie de Principito para comprender porque es invisible a los ojos.

En una inentendible jerga a lo Chicago Boy, mezclada con el arrr arrr de los niños bian de Asunción, aseguró que este año fue de puros récords. Supuestamente el gasto salarial bajó un 0,1%, granyi coisa. Los promotores del rekutu de su jefe van a decir que en ese tocón de plata que es el presupuesto nacional es mucho un 0,1%, más aún si tenemos en cuenta la cantidad de niñeras, jardineros, mozos y choferes que “prestan servicios” en las casas de unos cuantos avivados, a costa de los millones de giles.

Según explicó el churrinchi, este dinero, cuyo monto que no se publicó en ningún medio, permitió destinar más recursos a gastos sociales. Gracias a este ahorro –por lo menos esto es lo que dice Última Hora en su edición del 22 de diciembre– Salud tuvo un aumento del 109% y Educación del 666%. Algo no cierra en estas cifras: no está bien explicado o un ahorro de 0,1% es un vagón de dinero que le envía a Rico Mc Pato. Lo que sí es tangible es que no se ve el ahorro: no se ven mejoras en el transporte público, no se ven obras en cada cuadra, no se ven escuelas más lindas, no se ven servicios de salud más limpios y, valga la redundancia, saludables. En síntesis no se ve. No estamos mejor que hace dos años ni que hace 45 años. Estamos cada vez peor, peor y peor. Algunos no sentimos porque disfrutamos de cierto bienestar, pero la gran mayoría padece las de Caín: horas en un colectivo para ir a trabajar; miedo en cada esquina a que le asalten, le roben o le maten; meses en lista de espera para una simple cirugía y siempre comiendo de los combos de oferta. Pero para ellos estamos en un país de hitos.

Y bueno. Que cada uno viva en su país, mientras seguimos en la tontería: reelección or not reelección. That is the question.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.