Recién cuando se reúnan con sus asesores (el abogado Guillermo Ferreiro, entre otros) verán qué decir y qué hacer. Son cinco (tres estudiantes, un egresado y un docente) quienes fueron llamados para declarar los próximos 23 y 24 de agosto en la sede de la Unidad de Seguridad y Convivencia de las Personas.
La denuncia lleva la firma también del Dr. César Ruffinelli, integrante del Consejo de Gobierno de la UCA. “Es un antecedente terrible para el ámbito universitario en general. Por protestar, la universidad decide tomar una acción penal contra nosotros. Es realmente preocupante porque es un problema gremial, dentro del marco de la autonomía universitaria y no es necesario tener injerencia del Ministerio Público acá”, señaló Camila Corvalán, una de las estudiantes convocadas para prestar declaración indagatoria.
Evidencia –dijo– la “pésima gestión” del rector, quien desde un principio se negó siquiera a escuchar sus reivindicaciones. Solo levantarán la medida de fuerza si las autoridades aceptan analizar en una mesa de negociación la vuelta de José Antonio Galeano como decano de Filosofía UCA y con más fuerza ahora piden la destitución de Narciso Velázquez.
No termina de sorprendernos ver la firma del rector en una carpeta como esta. Nos están tratando de delincuentes y son las autoridades de la universidad. Camila Corvalán, universitaria.