RÍO DE JANEIRO - BRASIL
Un año después de la explosión del zika en Brasil y con buena parte de la población protegida por sus anticuerpos, los fuertes calores de verano amenazan con disparar otra enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti: la chikungunya.
La prestigiosa Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) alertó recientemente a los servicios sanitarios de Rio de Janeiro del riesgo que esa infección pueda afectar a entre 30% y 50% de su población, de 6 millones de habitantes. En 2016, 14.000 casos fueron registrados y 10 personas murieron sólo en esa turística ciudad tropical.
La chikungunya, una enfermedad de presencia reciente en América Latina, tiene síntomas parecidos al zika y al dengue con fuertes fiebres y dolores en las articulaciones, pudiendo ser grave para personas mayores. Mientras Brasil se repone aún de la epidemia del zika y afronta los retos del brote de bebés con microcefalia vinculada a ese virus, el director de Fiocruz en Mato Grosso do Sur, Rivaldo Venâncio, asegura que “la chikungunya es, sin duda, la mayor amenaza del verano para Brasil”.
FIBRE AMARILLA. El número de casos sospechosos de fiebre amarilla en el estado de Minas Gerais subió a 48 en la última semana, según el más reciente informe epidemiológico divulgado por la Secretaría regional de Salud. De ese total de casos sospechosos se produjeron 14 muertes, 8 fueron consideradas como probables por tener un resultado preliminar positivo de fiebre amarilla, pero se requiere de una segunda verificación para confirmarse el óbito por esta causa.