El patrón pudo descubrirse comparando las horas de trabajo normal de oficina con el realizado por turnos, que provocan que sea más difícil para las personas adaptarse a un ciclo de sueño y vigilia adecuados, llevando a empeorar la resistencia a la insulina, reporta muyinteresante.es.
Estos turnos rotativos podría implicar un 9% más de riesgo de desarrollar diabetes y en caso de que el individuo sea hombre el riesgo sube hasta el 37%.
Muchos estudios vaticinan que para el 2025, el número de casos de diabetes tipo 2 aumentará en un 65% con respecto a la tasa actual, por lo que podría afectar a más de 380 millones de personas en todo el mundo.