El estudio trató de identificar la relación existente entre los niveles de productividad y la distancia física de los participantes a sus teléfonos móviles.
Según el estudio, cuando el teléfono era retirado de las manos del trabajador, el rendimiento aumentaba un 26%. Para este trabajo se analizó el comportamiento de unas 95 personas de ambos sexos de entre 19 y 56 años de edad.
Los investigadores sostienen que si el teléfono celular está lejos de la persona el nivel de concentración aumenta de manera importante.
Según el portal digital Muy Interesante, los participantes fueron sometidos a un trabajo de concentración bajo cuatro premisas: con el teléfono en el bolsillo, sobre la mesa, guardado en un cajón y con el móvil lejos.
El resultado fue claro: todos lo que tenían el celular en la mesa mostraban menor concentración, a diferencia del otro grupo que llegó a un 26% más de productividad cuando los smartphones estaban lejos de sus manos.
El estudio aclara que, para sorpresa de muchos, quienes no tenían cerca el móvil no se ponían nerviosos y los niveles de ansiedad se mantuvieron estables, aunque destaca que fueron justamente las mujeres quienes tuvieron un estrés mayor en ciertos momentos.
No descartan la posibilidad de que el móvil pueda disminuir los niveles de concentración.