Grandes disgustos son ocasionados en los hogares cuando al amanecer de un frío día de invierno se topan con la sorpresa de que la ducha eléctrica está averiada. Cuando esto pasa hay dos opciones: una ducha flash con agua fría o calentar agua y verterla en un recipiente, como latona o balde, y darse un baño bastante rústico.
Es por eso que se tiene que tener en cuenta que la ducha eléctrica tiene sus mañas y, por ende, cuidados especiales. Así también, es importante sentirse seguro estando bajo ellas.
Siempre es conveniente que la instalación la realice un profesional calificado, de lo contrario, los riesgos pueden llegar a ser fatales. Lastimosamente, en Paraguay no existe una norma que obligue a la certificación de calidad de las duchas eléctricas.
Una vez que ya está bajo control la instalación correcta, es importante tener en cuenta la presión del agua, que contribuye al buen funcionamiento de estos aparatos.
¿Cómo funcionan las duchas eléctricas?
Básicamente, del aparato salen tres cables que tienen que estar conectados siempre (esto debe poder verificarse a simple vista), especialmente el de color verde, ya que es la conexión de protección contra choques eléctricos.
La ducha cuenta con una resistencia, que al recibir energía se calienta instantáneamente, este aparatito está instalado en el camino del agua dentro de la regadera, entonces, al fluir el líquido y tener contacto con ella, se calienta y consigue elevar bruscamente la temperatura del agua.
Aquí es donde la potencia con la que sale el agua es crucial. Las duchas cuentan con un mecanismo de seguridad que detecta la presencia y presión mínima del líquido vital, entonces, si el curso es débil directamente no calienta, para evitar que se queme la resistencia.
Mientras mayor sea la cantidad de agua que se deje pasar por la regadera, más contribuye al buen funcionamiento de la misma. La vida útil de las duchas eléctricas depende de varios factores, según indicó el ingeniero Robert Duarte, gerente de la empresa Labsol.
“La frecuencia del uso, la temperatura del agua con la que se emplea, la calidad del líquido, cantidad de personas que utilizan el mismo equipo y la conexión, entre otros, son los condicionantes más comunes”, refirió.
Si ya se reemplazó la resistencia o se instaló una ducha nueva, es bueno saber que se debe abrir primero la llave de paso del agua, dejar que pase suficiente líquido y luego encender la ducha.
Consejos para ahorrar
Según estadísticas de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), la ducha eléctrica es el segundo electrodoméstico que más energía consume (cerca de G. 120.000 al mes si funciona dos horas al día).
El ingeniero refirió que Labsol realiza ensayos para verificar la seguridad eléctrica de este tipo de productos, pero que, aunque tengan la capacidad no existe un interés en estos procedimientos por parte de los importadores o representantes.
“Esta situación impone una reglamentación y obligatoriedad para la verificación y certificación de calidad y seguridad de duchas de uso doméstico, como existe en los demás países de la región”, sentenció.