Es a los efectos de determinar si la mordedura que la niña dijo que la “tía” le dejó en la cara fue hecha por su defendida. La pequeña contó esto en cámara Gessel.
El profesional argumenta que piden la pericia como anticipo porque la marca de la mordedura no va a estar de forma permanente en el rostro de la niña.
En tal sentido, la defensa ofrece como perito a un especialista en medicina bucal, el doctor Juan Carlos Zárate Rodríguez, informó el sitio digital judiciales.net.
Núñez expresó que luego de analizar todas las documentaciones de la causa tiene la firme convicción de que la víctima ha sido manipulada en cuanto a la terminología utilizada. Asimismo, aseguró que no tiene dudas de que el abuso haya ocurrido, pero no en el Centro Familiar de Adoración y tampoco fue cometido por la imputada.
En la pericia se solicita que se inspeccione el rostro de la niña para ver si existen huellas de la mordida. En caso de que se encuentren rastros, que se le tome muestras a la imputada de su cavidad bucal y, posteriormente, hacer la confrontación.
La mujer fue imputada por los ilícitos de abuso sexual en niños y violación del deber de cuidado o educación luego de que la niña la haya reconocido como su agresora en la cámara Gessel.
El hecho habría ocurrido el 20 de mayo en el centro religioso de Zeballos Cué, ubicado en Silvio Báez y Cuartel de la Victoria.