El Gobierno de Horacio Cartes ratificó que el memorándum de entendimiento es beneficioso para los intereses nacionales, dado que la deuda de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) con el Tesoro argentino se reduce en un 76% (USD 4.084 millones al 2015, comparado con los USD 18.000 millones que pretendían cobrar los argentinos en su momento). Ángel Recalde, director paraguayo de la hidroeléctrica, indicó que el pasivo incluso será menor dado que, al cierre de 2017, el monto quedará en USD 3.600 millones.
Asimismo, recalcó que habrá un aumento de 20% en el pago por cesión de energía y nuestro país recibirá USD 1.000 millones en compensación por territorio inundado. El ingeniero manifestó estar consciente de que existe una gran incertidumbre sobre la aprobación del acuerdo en el Congreso, debido a las discrepancias políticas actuales.
DESCALABRO FINANCIERO.Apuntó que si el pacto no tiene luz verde, la situación financiera de Yacyretá seguirá empeorando, puesto que seguirá con una tarifa que no le permita tener los ingresos necesarios para ser rentable. Además, recordó que hoy la EBY ni siquiera ingresa la totalidad de lo que factura por venta de energía, porque Argentina retiene una parte importante del dinero (no paga).
“La situación a hoy es que Yacyretá es un emprendimiento inviable. Ha habido años en donde se tuvieron intereses por arriba de todo lo que genera la central por venta de energía. Con este acuerdo vamos a tener una deuda que va a poder ser pagada con tarifa y esa será otra historia. Nosotros reclamamos para Yacyretá la misma suerte que tiene Itaipú, que en cinco años va a cumplir con toda su deuda y empezará a ser un bien que producirá para la nación”, expresó en el programa La Lupa.
Aseveró que esta es la única solución a la problemática de Yacyretá y nunca antes los dos países negociaron a este nivel.
“Si no se aprovecha esta oportunidad se va a complicar después”, afirmó el ingeniero.
RESPUESTAS A CRÍTICAS. Recalde abordó todos los cuestionamientos que hicieron políticos y técnicos del sector energético al acuerdo. En lo referente a la libre disponibilidad de la venta del excedente de energía a terceros países, explicó que el equipo negociador no tocó este punto específico porque no era necesario, ya que se negoció el Anexo C. La preferencia de adquisición del excedente figura en el cuerpo principal del Tratado y puede modificarse en cualquier momento, enfatizó.
Sobre la maquinización del brazo Añá Cuá, que según los técnicos no figura en el Anexo B del Tratado, el director admitió que no se contempla en ese documento, pero dijo que es una “posición absurda” no querer construir la central, porque se están tirando USD 80 millones por año al no hacer la obra. El Anexo C del Tratado habilita al Consejo de Administración a aprobar obras complementarias, comentó.
Sobre la falta de un embalse compensador en la central de Yacyretá, señaló que la entidad podrá instalar las tres nuevas turbinas sin problemas, dado que el embalse compensador fue planificado para operar con 30 máquinas y la EBY tendrá solo 23.