25 abr. 2024

Shock educativo

Benjamín Fernández Bogado – www.benjaminfernandezbogado.wordpress.com

Ante la inminente aparición de un libro bajo este título lo que menos hubiéramos esperado era que el ministro Riera se convirtiera en un gran promotor del material, absolutamente sin haberle requerido dicha tarea y con la contundencia como lo ha hecho en la semana.

La degradada educación paraguaya, ubicada en los últimos lugares en términos de competitividad según el World Economic Forum, encuentra su claro correlato en los alaridos de Riera vociferando su adscripción al Partido Colorado y la abierta presión para que voten los docentes por “su jefe” y piensen en él y el Partido Colorado en las “aulas, las calles y la cama (¡)”.

Nunca nadie antes de Ortiz Ramírez –aquel ministro de Stroessner que cargó el apelativo de Ñandejara Taxi (burro)– se había animado a tanto. Ni Duarte Frutos, anterior jefe de Riera en el MEC, ni Galeano Perrone cruzaron la delgada línea que separa la politiquería con la educación. Nos creíamos inmunes a esto... hasta esta semana.

Riera, como sus antecesores, ha venido trabajando a destajo y de manera tozuda para destrozar la pobre educación que tenemos. La misma que nos imposibilita administrar nuestra mediocridad y de la que incluso como consecuencia los padres en un 80% están contentos con la educación que reciben sus hijos.

Como si no fuera suficiente estar procesando por corrupción a un ex ministro como Riart o el escándalo del cocido de oro, de Marta Lafuente, ahora tenemos una versión terrorífica de Riera empeñado en demostrarnos y justificar por qué estamos últimos en materia de educación a nivel mundial. Pareciera que quisiera decirnos "¡cómo no se dan cuenta del lugar que nos ubican que tienen que tolerar incluso a un personaje como yo!”.

Paraguay necesita un shock educativo en serio que nos saque de la condición en que estamos.

No puede ser natural que 1 de 4 alumnos que concluye el tercer grado no sea capaz de entender lo que leen o que chicos de sexto grado en una escuela de Fernando de la Mora, a siete kilómetros del MEC, hayan llegado a ese nivel de formación ¡sin saber leer ni escribir! Tenemos en regiones pobres del país más maestros que alumnos, más de 800 escuelas corren peligro de derrumbe, la mayoría están asentadas en sitios carentes de título de propiedad, a favor del Estado, maestros desmoralizados, malla curricular desfasada, decenas de materias en secundaria solo para generar empleo entre educadores salidos de institutos de formación docente en manos de politiqueros en su mayoría y todos apurados en jubilarse a los 45 años para que los mejores vayan a las escuelas y colegios privados, donde los padres pagan millones de guaraníes mensuales que les permitirán que los pobres paguen posteriormente sus estudios de posgrado con el programa de becas Carlos A. López que tanto orgullo genera al Gobierno.

Todo mal. Estamos destruyendo el país con una educación mediocre que parece no importarle a nadie más que como expresión de deseos, pero sin nada de compromiso ni responsabilidad en la acción.

El presidente que suba deberá crear un task force, que implemente un shock educativo para cambiar este camino al abismo que nos conducen chapuceros y charlatanes, como el actual ministro, convencido en promocionar lo peor de la educación que tenemos.

Estamos ante un desafío del tamaño de un país, que si no cambiamos, vamos a padecer por mucho tiempo a políticos que se nos parecen, y no a políticas de calidad que nos merecemos.