JERUSALÉN - ISRAEL
Los ataques de palestinos contra israelíes en Jerusalén se intensificaron ayer y la policía mató a 2 de los supuestos agresores en los peores episodios de violencia callejera en años.
Cuatro israelíes y 25 palestinos, entre ellos 7 supuestos atacantes y 8 niños, murieron en 12 días de violencia, generada en parte por el rechazo musulmán a las crecientes visitas judías a la mezquita de al-Aqsa en Jerusalén.
En apenas una hora, una mujer palestina con un cuchillo hirió a un policía paramilitar fronterizo en el centro de la ciudad y 2 hombres apuñalaron a 2 israelíes, a uno de ellos de gravedad, en Pisgat Zeev, en el lado norte de Jerusalén, dijo la policía.
La policía disparó contra los agresores. La mujer resultó herida, al igual que uno de los atacantes en Pisgat Zeev, construido en territorio ocupado que Israel anexó a Jerusalén tras la guerra de 1967. El otro hombre murió.
palestino muerto. Horas antes, un policía fronterizo disparó y mató a un palestino que según las autoridades intentaba apuñalarlo. La acusación fue cuestionada por un transeúnte palestino, quien dijo que presenció el incidente pero que no había un cuchillo. Los apuñalamientos casi diarios aumentaron las especulaciones de que los palestinos podrían estar embarcándose en otro levantamiento, o intifada, reflejando la frustración de las nuevas generaciones por el fracaso del liderazgo palestino en lograr un Estado en las negociaciones de paz con Israel.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió vencer al “terrorismo” tras la multiplicación de agresiones con arma blanca, de las cuales 4 fueron perpetradas en Jerusalén, en tanto nada parece poder detener la espiral de violencia.
el cuchillo. Un cuchillo sacado del bolso o de una camisa se convirtió en la herramienta símbolo de la reciente ola de violencia de los palestinos contra los israelíes, un método arcaico pero que tiene impacto psicológico fuerte. “El terrorismo con cuchillo no vencerá”, afirmó el primer ministro Netanyahu en la apertura de una sesión parlamentaria marcada por violencia registrada en los últimos días en Israel y los territorios palestinos. Se trata de un objeto cotidiano que todo el mundo tiene en su casa o que está al alcance de cualquiera, que no requiere de ningún entrenamiento y que es fácilmente disimulable, explica psicólogo Shaul Kimhi.