Adrián Cáceres
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Juan Rulfo es uno de los escritores más leídos del boom latinoamericano, de la literatura universal. El mexicano nació un día como hoy, hace 100 años, y es aclamado por autores como Gabriel García Márquez, Álvaro Mutis, Augusto Roa Bastos, Mario Vargas Llosa, Jorge Luis Borges y una lista mucho más extensa.
“Es indudable que Juan Rulfo es una de las figuras latinoamericanas que impactó al mundo con una prosa desolada y desoladora, rica en imágenes, que con solo dos libros conquistó el universo literario”, señala el escritor paraguayo Víctor-Jacinto Flecha.
Agrega que si uno busca lo eximio en una obra de arte, Pedro Páramo (una de las dos obras de Rulfo junto con El llano en llamas), publicada en 1955, “representa exactamente el hallazgo de la armonía del texto dentro de la violencia, la muerte, la desolación y desesperanza”.
"(Pedro Páramo) fue un libro de avanzada para la generación de escritores del llamado boom latinoamericano. Con esta obra y la colección de cuentos El llano en llamas, (Juan Rulfo) logra el gran salto diferenciador entre la antigua novelística y la posterior”, indica Flecha.
Rulfo y Roa. Aunque poco se sabe sobre los probables encuentros entre el máximo escritor paraguayo Augusto Roa Bastos y Juan Rulfo, Víctor-Jacinto relata que “indudablemente se leyeron y “se admiraban mutuamente”. “En el Caso de Roa, Pedro Páramo fue uno de los textos estudiados, durante uno o dos años, en la cátedra de Literatura y sociedad que tenía Augusto en la Universidad de Toulouse (Francia)”, rememora el escritor paraguayo.
Asimismo, añade que “existe un hecho llamativo”, porque un personaje de la obra de Rulfo se llama Macario, y Roa utiliza ese mismo nombre para una figura central de su novela Hijo de Hombre.
Perfil. La página web Biografías y Vidas nos recuerda que Juan Rulfo es originario de Apulco, Jalisco, aunque creció entre esta localidad y el cercano pueblo de San Gabriel, villas rurales dominadas por la superstición y el culto a los muertos. En estos sitios sufrió las duras consecuencias de las luchas cristeras (entre el Gobierno y milicias civiles y de religiosos, donde su padre fue asesinado), y ellos formaron parte del universo desolado que recreó en su obra.
“En los diecisiete cuentos que integran El llano en llamas (1953), Juan Rulfo ofreció una primera sublimación literaria, a través de una prosa sucinta y expresiva, de la realidad de los campesinos de su tierra, en relatos que trascendían la pura anécdota social”, señala Biografías y Vidas. Y agrega que en Pedro Páramo, Rulfo perfeccionó el mecanismo de interiorización de la realidad de su país, en un universo donde cohabitan lo misterioso y lo real. “El resultado es un texto profundamente inquietante que ha sido juzgado como una de las mejores novelas de la literatura contemporánea”, asevera el sitio. Este coloso de las letras falleció en la ciudad de México el 7 de enero de 1986, dejando una bibliografía considerada “perfecta”.