25 abr. 2024

Se apagó la luz de Fiorella, que fue golpeada con un objeto contundente

El director del Ineram, Felipe González, dijo que la menor murió a las 9.20, tras largas horas de agonía. Durante su embarazo, su madre tomaba alcohol y consumía drogas, según consta en otra causa.

Tras largas horas de agonía, estando con muerte cerebral por varios días, pese a aferrarse a la vida solo con el latido de su corazoncito, finalmente en la mañana de ayer murió en el Instituto de Enfermedades Respiratorias y Ambientales (Ineram) la niña Fiorella Silva, de 2 añitos, menor que sufrió daños severos en la cabeza producto de golpes; presumiblemente también fue tirada contra la pared por su propia madre, Bárbara Tamara Silva González, de 30 años. La mujer, ya fue recluida en el Correccional de Mujeres del Buen Pastor por orden del juez José Agustín Delmás.

Tras la muerte de la menor, el fiscal de San Ignacio (Misiones), Cesar González, quien interina a su colega de Santa Rosa, José Luis Llano, presentó la ampliación de la imputación contra Silva por homicidio doloso, lesión grave, maltrato y violación del deber de cuidado, en el Juzgado de San Juan Bautista.

Desde Misiones, una comitiva fiscal encabezada por la jueza Dora Maciel y el fiscal González llegaron a Asunción para intervenir en el caso y ya a la tarde se procedió a la autopsia del cuerpo de la menor, bajo el anticipo jurisdiccional de prueba, en la que se confirmó que la niña presenta hematomas, productos de golpes, y traumatismo de cráneo realizado con objeto contundente. “Este pudo haber sido un mazo, un picador de carne, entre otros”, dijo el fiscal.

Para el director de Ineram, Felipe González, el estado de salud de la menor tuvo que tener una etapa progresiva. Al mencionado hospital la pequeña llegó en un estado comatoso. “No llegó nunca despierta”, explicó el galeno.

“Nos conmovió mucho, nos enfrentó a una posición pocas veces asumida en este hospital”, concluyó el doctor.

Era feliz. La menor vivió con su padre biológico, Gustavo Torres, en Asunción por más de un año y ocho meses, hasta que un día su madre Bárbara la llevó con ella a la compañía San Solano, de Santa Rosa, Misiones.

Quien cuidaba a la menor, Natalia Mendieta, manifestó que la madre la dejó con ella y su padre, cuando Fiorella tenía 15 días de vida, porque ella no estaba bien económicamente, y regresó a su ciudad.

“La mamá era nuestra vecina. Un día dijo que ya no iba poder hacerse cargo de ella y nos dejó (a la criatura), era una nena súper hiperactiva, alegre, llena de vida, estamos destrozados, no podemos creer lo que le pasó”, dijo la mujer.

Agregó que hace tres meses le llamó la madre de la niña y le dijo que su abuela la buscaría para llevarla de nuevo a vivir con ella y sus otras tres hermanitas. “Vino a buscarle su abuela y le llevó de nosotros; jamás nos imaginamos que luego de tres meses de que su mamá le llevó le iba a pasar esto”, lamentó quien fuera su segunda madre.

El padre mencionó que esta tarde será el sepelio de su pequeña y única hija en el cementerio de Ñacutí, de Santa Rosa, donde sus restos descansarán en paz.

La obligación de denunciar el maltrato y abuso de niños

El asesor jurídico de la Secretaría Nacional de la Niñez y Adolescencia, Ernesto Benítez, mencionó que todos estamos obligados a denunciar cualquier tipo de maltrato observado contra los niños y adolescentes.

El abogado citó el artículo 5ºdel Código de la Niñez y Adolescencia que indica: Toda persona que tenga conocimiento de una violación a los derechos y garantías del niño o adolescente debe comunicarla inmediatamente a la Consejería Municipal por los Derechos del Niño, Niña y Adolescente (Codeni) o, en su defecto, al Ministerio Público o al Defensor Público.

El deber de denunciar incumbe en especial a las personas que en su calidad de trabajadores de la salud, educadores, docentes o de profesionales de otra especialidad desempeñen tareas de guarda, educación o atención de niños o adolescentes. Al recibir la información, la Codeni, el Ministerio Público y el Defensor Público adoptarán las medidas correspondientes, que les competen.

Otra prisión en causa del año 2015

Bárbara Tamara Silva González, procesada por el caso de la muerte de su hija Fiorella, también tenía otra causa en la que estaba con rebeldía y orden de captura. Ayer, la jueza de Garantías María Gricelda Caballero le decretó también la prisión preventiva.

El caso data del año 2015, donde fue imputada por la fiscala Sonia Pereira por supuesta violación del deber de cuidado y educación. Juntamente con ella fue imputado Leonardo Javier Paredes por supuesta rufianería.

Durante el transcurso del proceso, la fiscala solicitó la suspensión condicional del procedimiento, donde Paredes se presentó y fue beneficiado con el pedido del fiscal.

Sin embargo, Bárbara Silva no se presentó, con lo que se decretó su rebeldía y se dictó orden de captura en su contra. Ayer, finalmente levantaron la orden de captura contra la mujer, que ya se encuentra detenida.

La misma fue imputada porque, supuestamente, durante su embarazo en el 2015 no se cuidaba, al punto de ingerir bebidas alcohólicas y consumir drogas, conforme el escrito de la fiscala Pereira. Ahora será citada de nuevo para la preliminar.