El senador Carlos Amarilla, del PLRA, recordó que el pleno de la Cámara Alta aprobó, inclusive con el aval de senadores oficialistas y del Frente Guasu, el archivamiento del proyecto de enmienda constitucional en busca de la reelección presidencial, por lo que no hay nada que cuestionar.
De esta manera, Amarilla salió al paso de lo afirmado por el senador del FG, Hugo Richer, quien reveló que su sector está estudiando la legalidad de la sesión realizada en agosto del año pasado en la que se archivó la enmienda. La idea es anular dicha sesión para dar pie a la presentación de un nuevo proyecto de enmienda, uniéndose así a la idea del cartismo que busca presentar otro proyecto.
Amarilla advirtió que de concretarse la anulación de una sesión, la situación sería incontrolable en lo que se refiere al estado de derecho.
“La sesión extraordinaria de agosto se hizo con todas las de la ley. Si anulan esa sesión se abrirían las puertas del infierno. Sería un golpe institucional muy peligroso”, alertó.
Comentó que la primera vez que se aprobó enviar el texto al archivo fue el 25 de agosto de 2016 cuando los 23 senadores, entre opositores y disidentes, presentaron el proyecto y lo rechazaron.
La segunda vez fue una semana después, cuando el pleno del Senado aprobó por mayoría absoluta, con apoyo de oficialistas y del FG, la sesión extraordinaria anterior, ratificando todo lo resuelto sin que haya una sola objeción.
FORMALIDADES. Amarilla agregó que la sesión extraordinaria de agosto pasado se hizo con todas las formalidades que exige el reglamento.
“Luego de esto se sometió el acta en la siguiente sesión extraordinaria y se aprobó sin ninguna objeción. Ningún colorado oficialista, llanista o los del FG ni oviedistas rechazaron el acta. Al revés, lo aprobaron. Votaron todos aprobando la sesión, donde se rechazó la enmienda. ¿Qué más pruebas de la validez de una sesión que ser aprobada por los que inclusive estaban en contra del proyecto?”, se preguntó.
Apuntó incluso que aquella sesión tuvo como principal exponente al líder del FG, el senador Fernando Lugo. “Esa sesión se llevó adelante respetando lo que dice el reglamento interno. No se dejó ninguna cuestión reglamentaria fuera de cumplimiento”, apuntó.
Señaló que la intención del oficialismo colorado, llanismo y FG es establecer la grieta por la cual pretenden construir que aquella sesión ha sido imperfeta desde el punto de vista reglamentario.
El legislador manifestó que de lograr esa anulación que es “a toda vista inconstitucional” y que nunca antes se dio en la historia, se abrirá la posibilidad de que mañana se empiecen a anular sesiones de meses o años atrás. “Si mañana no nos gusta algo que aprobamos hace un año, ¿vamos a anularlo? Anular una sesión aprobada significaría la pulverización del estado derecho”, declaró.