Domínguez en comunicación con ÚH, contó que tuvo una temporada muy dura, no solo en lo deportivo, sino también familiar, ya que perdió a su hijo Bastian, de lo que aún le cuesta reponerse totalmente.
“Es la tercera vez que logramos salvar a Rubio Ñu del descenso, en el 2013 fue con Hernán Lisi, en el 2014 con Alicio Solalinde y ahora con el profesor Víctor Genes”, comentó.
“De las tres temporadas, esta fue la más difícil, porque recién para la última fecha pasamos a depender de nosotros mismos”, explicó.
Consultado sobre cual fue la clave para conseguir el obje- tivo, el defensor manifestó: “Creo que la unidad en el gru- po fue fundamental, sumado el apoyo de los directivos de Gamarra y Ruiz Díaz, especialmente, como fueron juga- dores sabían lo que estábamos pasando en el plantel”.
“Tuvimos varios técnicos en la temporada, quizás eso dificultó un poco el rendimiento, pero con la llegada de Víctor Genes, nos dieron de tomar un buen café y entendimos que para salir de la situación dependía de cada uno de nosotros”, finalizó.