La ex ministra de la Corte Suprema de Justicia Alicia Pucheta de Correa será propuesta próximamente por el Poder Ejecutivo como vicepresidenta de la República en reemplazo de Juan Afara, quien también dimitió para encarar la campaña electoral como candidato a senador.
La idea es que cuando el presidente Horacio Cartes renuncie para posteriormente jurar como senador, Pucheta asuma en su lugar. Con ello estará un poco más de dos meses al frente del Ejecutivo.
Para que esto suceda, el Congreso Nacional debe designar primero a la ahora ex ministra y luego aceptar la renuncia del jefe de Estado.
Hasta el cierre de esta edición, en el Congreso Nacional no se había recibido aún el comunicado de la renuncia de Pucheta, y debido a que la mesa directiva no se reunió ayer, todavía no se realizó ninguna convocatoria de sesión extraordinaria del Congreso.
Para la designación de Pucheta como vicepresidenta de la República se necesita del cuórum correspondiente; es decir, 41 diputados presentes y 23 senadores en el recinto.
En cuanto a la Cámara Baja, los colorados cuentan con mayoría propia de 46 legisladores, además del acompañamiento de los liberales llanistas y anchistas. Mientras, en la Cámara Alta, aunque también se tendrían los números, se complica más el panorama, principalmente para aceptar la renuncia de Cartes.
Las diferentes bancadas que componen el Senado, principalmente las de oposición, se excusaron de emitir una postura sobre la renuncia y designación de Pucheta, argumentando que los bloques aún no se reunieron para debatir sobre la postura a asumir.
renuncia. El propio Cartes anunció hace un mes que renunciaría al cargo antes del 1 de julio próximo de manera a poder jurar ese día con los demás senadores electos para el periodo 2018-2023. El mandatario sabe que si da la renuncia luego del 15 de agosto, tal como lo hizo en su momento el ex presidente y actual senador electo Nicanor Duarte Frutos, corre el riesgo de que ya no pueda jurar.
De acuerdo con los referentes del cartismo, el primer mandatario estaría dimitiendo a finales de mayo, para de esta manera tener el tiempo suficiente para negociar que el Congreso acepte su renuncia y pueda jurar posteriormente.