26 abr. 2024

“Quiénes son y cómo llegan”, drama del Cones y su conflicto de intereses

Tanto la UNA como la UCA tienen representantes natos en el Cones. Para dos profesores eméritos de esas universidades, hay que cambiar ese modelo para alejar al órgano de intrigas o injerencias políticas.

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La estructura orgánica del Consejo Nacional de Educación Superior (Cones) plantea forzosamente un conflicto de intereses, en razón de que sus miembros son las mismas autoridades de universidades e institutos superiores, y otros.

Este hecho, a su vez, expone al órgano rector a intrigas políticas y la presunta injerencia del Gobierno en las decisiones que se toman en plenaria.

Tanto José Verdecchia, profesor emérito de la Universidad Católica de Asunción (UCA), como Antonio Cubilla, profesor emérito de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), dudan de igual modo que exista intromisión política en las decisiones que toma el Cones tanto en las intervenciones como en las clausuras de instituciones que lleva a cabo.

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Pero coinciden en que su composición actual lo condena a estar expuesto a este tipo de situaciones. “Una instancia como el Cones debería ser un espacio ocupado más bien por académicos autónomos, no por rectores de universidades o docentes, donde se generan muchas veces conflictos de intereses, que es un mal endémico de este país. Eso desdibuja en cierto modo la eventual seriedad de las medidas que se tomen. Comienzan los damnificados a cuestionar el conflicto de intereses y esto surge naturalmente porque el mismo sistema da lugar a ese tipo de cosas”, afirma Verdecchia.

Si bien comparte que las decisiones que toma hoy el Cones son con base en criterios académicos y técnicos, el problema subyace –dice– en quiénes son y cómo llegan hasta allí las autoridades.

“Ese es el problema central: Quiénes son, por el tema de conflictos de intereses, y cómo llegan, por los sistemas electorales que se dan en las universidades donde muchas veces entre gallos y medianoche se hacen las elecciones”, apunta al señalar que los representantes de universidades o institutos llegan por votos en los que priman criterios políticos y no académicos. “En las elecciones universitarias es muy poco lo que cuenta el factor académico, son razones políticas, circunstanciales, las que hacen que determinados candidatos lleguen”, sostiene.

El problema. Cubilla duda de que el Cones se mueva mediante intereses políticos partidarios, debido “a la heterogeneidad” de su constitución. Comparte con Verdecchia que el problema del organismo no son las personas que lo componen, sino el método de selección. “La composición ideal de un organismo como el Cones debería ser absolutamente independiente de todo; es decir, sus componentes no deberían representar a instituciones de educación superior”, refuerza.

En su opinión, debería primar la producción científica y académica antes que la capacidad administrativa de una autoridad o su peso político dentro de una institución educativa para integrar el órgano.

Recuerda que cuando propusieron el cambio del estatuto estipularon que quienes debían ocupar cargos de rector debían ser “personas con alta probidad y de alta producción intelectual” y no solo personas “con ciertas habilidades administrativas” que ya les permiten acceder a esa posición.

“El Dr. Domingo Rivarola se pasó estudiando durante 30 años el tema de la universidad. Es reconocido a nivel mundial y es independiente de los avatares de la política partidaria y de la política académica actual. Es el prototipo de persona que debería ser ubicada en el Cones, diez de esas personas. Y precisa de funcionarios pagados que hagan el trabajo administrativo diario”, remata.