20 abr. 2024

Querido Papá Noel

Por Luis Bareiro

Como me porté bien todo el año, te pido las siguientes chucherías:

Quiero un auto de esos que usan en las películas de Mad Max, con púas por todos lados y espuelas en las ruedas, lo suficientemente belicoso como para hacer de goma a todos los autos, camionetas y motos que se tiran a la banquina y arman un tercer carril para adelantarse prepotentemente en la fila interminable que soportamos estoicamente cada bendito día los que tenemos que ingresar a la capital.

Quiero cuatro bolsas de clavos miguelito para el mismo fin.

Quiero dos toneladas de paciencia para seguir transitando por esos caminos lunares sin incurrir en algún hecho penal en el tiempo que dure la construcción de viaductos y pasos a desnivel que según la versión oficial estarán listos en un año, lo que en el calendario público supone al menos entre 24 y 36 meses.

Quiero que le escondas todas las botellas ya sabés a quién, para evitarle y evitarnos algunos papelones; o, cuanto menos, para reducirlos en número.

Quiero que inocules a Astrea algún resto de pudor para que se decida el año próximo a decorar las penitenciarías con un surtido de legisladores, algún ministro de la Justicia Electoral, un lote de ex intendentes, un panaché de parientes, amantes y amigos de los ya citados y algún que otro evasor de peso.

No serán muy decorativos, pero cuán felices nos haría verlos puliendo guampas.

Quiero que los fundamentalistas de todas las religiones y credos se den cuenta de que los verdaderos blasfemos y herejes están en Marte, que gasten hasta el último petrodólar en construirse un cohete del tamaño de su intolerancia como para que quepan todos y que partan lo antes posible hacia el planeta rojo a salvar almas como solo ellos lo saben hacer, con sus bombas y cimitarras.

Quiero que a los del EPP les agarre una diarrea crónica de dos o tres semanas y que se entreguen pacíficamente a cambio de un rollo de papel.

Quiero que los canales descubran que hay un mundo de posibilidades creativas más allá de una pista de baile.

Quiero que los noticieros tengamos más información que valga la pena y menos crónicas policiales.

Quiero que haya un poquito más de cordura y una pizca de patriotismo en esa mole espantosa que parece un plato volador y cuyos inquilinos a menudo parece que viven en otro planeta.

Y ya que estamos, quiero que Leonardo Di Caprio gane por fin su primer Oscar, pobre.

Y eso nomás.

Gracias.

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