carlos-morales @uhora.com.py
Las palabras y la personalidad de Patricia Coronel dejan dos sensaciones: Convicción y fortaleza. No es poco, teniendo en cuenta que esta madre de cinco hijos tuvo que hacer frente a la pérdida de dos, una niña que estuvo un año y dos meses y un bebé que llegó hasta las ocho semanas.
La experiencia le dejó las ganas de acompañar a otras madres que han pasado por la misma situación a impulsar la ley que le dará identidad a esos angelitos.
Los primeros dos hijos de Patricia llegaron sin ninguna complicación. Fue en el tercer embarazo cuando, luego de que todo estaba yendo bien, tuvo un pico de presión alta a raíz de una situación personal. Por tal motivo fue internada de urgencia y su bebé llegó al mundo. Era una niña que al nacer pesaba un kilo. La llamó Izabella Aramí.
“Los doctores dijeron que ella no se iba a salvar. Ella luchó bastante durante todo el tiempo que estuvo con nosotros, que fue un año dos meses. Le dieron de alta a los 13 meses y luego falleció. Su cumpleaños lo pasamos en el hospital. Contra todo pronóstico vivió más allá de todo lo que se esperaba”, recuerda la madre de Izabella.
Siete meses después de la partida de Izabella, Patricia supo que estaba embarazada de ocho semanas. Era mediados de setiembre. A finales de ese mes, había visto unos manchones en su ropa, por lo cual fue inmediatamente a consultar con una doctora al hospital de Barrio Obrero.
“Me dijo que no me preocupara, que eran solo unas células. Le pregunté si podía ir a trabajar y me dijo que sí”, cuenta Coronel al rememorar aquel jueves. Para el sábado se había enterado que aquellos manchones derivaron en la pérdida del otro bebé que estaba esperando. Su pena fue mayor porque a pesar de todos sus ruegos, no le entregaron el cuerpo del bebé. La OMS estima que para cumplir con este pedido, el niño debe pesar al menos 500 gramos.
El después. Su familia y el contacto permanente con otras madres que vivieron lo mismo le ayudaron a ponerse de pie. Junto a otra mujer que pasó por lo mismo, formaron el grupo Un mismo corazón, un mismo sentir, que con diversas actividades ayuda a las madres que viven esta situación.
Las madres que quieran sumarse para las actividades o escuchar una voz amiga pueden comunicarse al (0981) 261-717. También desde la fanpage del grupo y en el Twitter @Yonoteolvido.
Además impulsan la ley que creará el Libro de Defunciones de Concebidos no Nacidos en el Registro Civil. Esta ley se estudiará en poco menos de dos semanas en Diputados.
“Buscamos que ese bebé tenga derecho de tener ese nombre que su madre le dio, aunque no haya nacido”.
Aclaró que esto no significa que deba tener cédula. “También queremos que se haga la entrega del cuerpo, sin importar el tiempo de gestación. Con este proyecto se busca que las madres puedan recibir el cuerpo de sus hijos, lo que puede ayudarlas a cerrar el duelo”, explica Coronel, quien dice que seguirá adelante, siguiendo el ejemplo de lucha de la pequeña Izabella Aramí.
El 90% de los casos que conocen en la organización fallecen antes de nacer.