Sobre todo, la ex ministra de Salud anhela un cambio de mentalidad que aliente una mayor participación femenina en las pujas electorales. “Esperamos en el 2018, con la ley o no sin ella, a más mujeres compitiendo”, expresó.
Algunos de los obstáculos para la participación de la mujer en elecciones de cualquier tipo son, según la legisladora, estereotipos tales como que “las mujeres no están preparadas para ejercer los cargos”, que “ellas mismas no quieren participar”, o que “si quieren pueden competir, o ¿por qué no lo hacen?”.
Cuestión cultural. Añadió que la participación de la mujer en la política tiene una serie de objeciones del tipo cultural, ya que, por más que tenga una ocupación laboral, se la liga a tareas de la casa, del cuidado de los niños y enfermos. Indicó que esa tarea debe ser asumida en forma colectiva por toda la sociedad.
El proyecto fue presentado al Senado el 3 de marzo de este año y fue remitido a las comisiones de Asuntos Constitucionales, Defensa Nacional y Fuerza Pública, y Legislación Codificación, Justicia y Trabajo, y Equidad y Género.
Trece senadores refrendaron el proyecto, diez mujeres y tres varones. Los proyectistas son: Arnaldo Giuzzio y Desirée Masi del PDP, Lilian Samaniego, Blanca Ovelar y Mirta Gusinky de la ANR, Esperanza Martínez y Carlos Filizzola del FG, Hugo Richer de Avanza País, Zulma Gómez, Miguel Abdón Saguier, Blanca Fonseca, Blanca Lila Mignarro y Emilia Alfaro, del PLRA.
Martínez indicó que a la actual distribución de los cargos públicos, realizada por opciones ideológicas y regionales, se le quiere agregar la mirada de género que permita la participación igualitaria de mujeres y hombres.
“Se busca que, cada vez más, la sociedad respete la pluralidad, antes que un cuoteo del 50%”, señaló.
También aclaró que el proyecto en estudio busca la paridad, en las internas de los partidos políticos y no en las elecciones generales o municipales. Además incluirá a todos los estamentos donde se realicen algún tipo de elecciones, tales como organizaciones intermedias, sindicales y sociales. Explicó que se buscará además que la igualdad se dé también en los altos cargos, que son de carácter nominal, especialmente en las designaciones de los ministros del Poder Ejecutivo, y de otros puestos, así como en los cargos de representación internacional.
Entre los objetivos del proyecto se encuentran las chapas presidenciales, ya que si el candidato a presidente es varón, para la vicepresidencia deberá ir una mujer. Además, los reemplazantes deben ser del mismo sexo, a fin de evitar presiones para la renuncia o hasta asesinatos políticos.