El concepto Lego o Tetris es una propuesta de Biocons Arquitectura, para edificar lo que llama Viviendas mínimas, orientadas a familias de escasos recursos, pero como una opción diferente a las viviendas Conavi, o las viviendas light que promueve el Gobierno, de PVC o similar.
El arquitecto Nicolás Morales, director de la firma, explica que la propuesta presenta dos opciones: la Vivienda mínima 1, que son unidades habitacionales que se pueden comenzar a construir con 1 dormitorio, luego ampliar a 2 y a 3, generando también una pequeña galería techada en planta baja además usada como garaje; y, la Vivienda mínima 2, cuya construcción depende del terreno, de los verdes, de la orientación y hay que presupuestar según cada caso particular.
Los precios varían según los crecimientos, pero parten de USD 15.000 aproximadamente; podría ser menos si se desarrolla en un solo nivel dependiendo de las condiciones del terreno. También podría bajar mucho el precio si se realizan varias unidades habitacionales.
Como valor agregado, los planos de estas viviendas Lego se pueden bajar gratis desde web www.biocons.com.py, para que cada persona pueda autoconstruir su vivienda.
FILOSOFÍA. “Nosotros no vemos como un producto la arquitectura y menos la arquitectura social o económica, porque de lo contrario entraríamos en la especulación y no es nuestro objetivo especular con los más necesitados. Esta Vivienda mínima 2 que ejecutamos y las Viviendas mínimas 1 que proyectamos para condominios con el concepto de Lego, son nuestro aporte para que familias de escasos recursos tengan una opción diferente a las famosas viviendas Conavi o, actualmente, las viviendas light que promueve el Gobierno de PVC o similar”, señaló.
Dijo que algo que caracteriza a la arquitectura social y, por ende, se les critica, es la homogeneidad; por eso proyectan y diseñan según las condiciones del entorno, del cliente y del terreno.
Explicó que en el caso de las Viviendas mínimas 1, se trata de desarrollar un modelo de vivienda en crecimiento, que además de adaptarse al terreno, a los verdes existentes, que son sumamente importantes para proyectar, porque protegen del calor, presentan una fachada urbana heterogénea, evitando la imagen del gueto social (área separada para viviendas de un determinado grupo) como se acostumbra en el mercado.
La Vivienda mínima 2 se desarrolla entre los árboles existentes, aprovechando su sombra.
“Es una mutación de la Vivienda mínima 1, en el sentido de la técnica, de los materiales y las soluciones constructivas utilizadas; ahí podría estar la característica principal nuestra, la técnica constructiva utilizada con materiales locales”, señaló.
Morales es profesor del Taller C de proyecto de la Fadauna; ganó varios concursos nacionales como el del Parque Bicentenario en coautoría en el 2010, el de Hardrock Café en el 2014 y el año pasado en coautoría quedó en tercer lugar en el concurso de las 4 plazas del centro histórico asunceno.