Son el eslabón más débil de la invisible red del microtráfico. Consumen mayormente chespi y lo hacen en predios abandonados que pululan en el Casco Histórico de Asunción.
Uno de esos inmuebles, el edificio Excelsior, se convirtió en un aguantadero de una decena de indigentes y adictos. El otro lo compone un patio baldío y el gigante establecimiento de la ex cervecería, ubicado frente a la base del Comando de la Armada.
En cualquier instante del día, sea de mañana o bajo el manto de la noche, entran y salen jóvenes y niños de estos sitios.
El Excelsior es una torre de diez pisos adquirido, en 2009, por el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC). Está ubicado en la intersección de Presidente Franco y 15 de Agosto, a solo 200 metros de la mismísima Comandancia de la Policía.
En la jerga de los uniformados antinarcóticos se los conoce como bocas de fumo.
Ya por indolencia de las autoridades o por efecto de un drama social incontenible, estos lugares siguen siendo refugios que sirven de guarida para adictos y marginales.
Inexplicablemente, esta situación se reproduce ante las narices de policías y militares.
Niños, niñas y adolescentes indígenas entraron en escena desde el año pasado. En su mayoría, sobreviven como despojos en las veredas y se sostienen a base de chespi.
IMPUNES. Los proveedores de crac siguen siendo invisibles a los ojos de la Policía. Desde el Departamento de Antinarcóticos manejan la información que se surten de la Chacarita.
Ahora, agentes de esa dependencia policial siguen los rastros del hombre que al parecer se dedica al delivery de chespi en la zona del microcentro capitalino. ÚH publicó ayer una secuencia de fotos donde se lo ve repartiendo moñitos de crac a jóvenes en situación de calle y a plena luz del día sobre Benjamín Constant casi 15 de Agosto.
OPERATIVO. Efectivos antinarcóticos patrullaron en la víspera la zona y constataron la presencia de numerosas personas dentro del edificio del MEC. Notaron que los ocupantes de dicho inmueble son adictos. Esta escena no es ajena a ningún vecino del sitio.
El equipo de ÚH ingresó en varias oportunidades en el lugar y realizó numerosas denuncias de la situación que sigue sin solución. En la zona denunciaron que también han visto a menores, niños y niñas ingresando detrás de consumidores que se guarecen en el edificio que expide un fétido olor.
De la identidad del proveedor de drogas sobre Benjamín Constant, la Policía todavía no tiene novedad, ayer la “cuadra del crac” estaba despoblada de sus habituales inquilinos que solo dejaron colillas de cigarrillo y bolsitas celestes en las que, por lo general, se envuelve el crac que lleva el delivery.
Niñas tienen más barreras que varones
Hablar sobre la educación sexual como un sistema preventivo, fomentar el liderazgo de las niñas y que desde el hogar se puedan desnaturalizar roles son algunas recomendaciones emitidas por la directora país de Plan Internacional Paraguay, Mariella Greco, en el marco de la presentación del avance del estudio de la Situación de las Niñas y las Adolescentes Mujeres en Paraguay. Los resultados preliminares fueron socializados en un conversatorio con la presencia de autoridades. (Ver infografía)
Greco indicó que el miedo a tocar el tema de educación sexual genera una desinformación y propicia más casos de violencia. Según los datos, a nivel nacional dos de los partos diarios corresponden a niñas de 10 a 14 años. El embarazo es la tercera causa de muerte en niñas, adolescentes y mujeres de 10 a 19 años.
“Existen barreras extras que deben afrontar las niñas y las adolescentes frente a los varones de su misma edad. Uno de los datos preliminares que tenemos es que si bien el rendimiento escolar de las niñas y los niños es igual, ellas están necesitando hacer un doble esfuerzo porque al terminar sus clases, deben ir a sus hogares a limpiar la casa, cocinar o cuidar del hermano más pequeño que al niño no se le obliga”, detalló.