Los casos sucedieron en instituciones del Departamento Central y Metropolitana. Las cifras señalan que en el 2014 incautaron un arma de fuego y cuatro cuchillos. Al siguiente año cuatro pistolas y un arma blanca rescataron del poder de estudiantes. Este año, nuevamente cuatro armas de fuego y dos cuchillos fueron entregadas a la Fiscalía tras los procedimientos.
El menor que llevó el arma de fuego estaba a cargo de sus abuelos, su madre está postrada en la cama por una dolencia y su padre está preso por drogas.
Al respecto, la comisario Agustina Achucarro señaló que los datos revelados, responden a una cifra que hay que tratar y trabajar con los padres de familia. “En muchos de los casos, los padres no sabían que los hijos traían el arma a la institución. Tuvimos casos en donde un niño de 7 años estuvo involucrado en la portación de ese elemento, le causó curiosidad y quiso jugar, no es precisamente para atacar a alguien”, explicó la jefa de la unidad policial.
En todos los casos se demuestra que la mayoría son menores de edad y se vio la falta de presencia de los padres, no hay control y un arma de fuego dentro de un colegio es extremadamente peligroso”, alertó.
A veces los menores juegan mucho con las armas de juguete, de hecho se les regala y eso despierta curiosidad, dijo Achucarro.
MÁS CASOS. Un chico de 13 años fue a visitar a abuelos en el interior del país y sin que sus padres se percataran trajo un arma y llevó al colegio para exhibir a sus compañeros. Hubo intervenciones en donde descubrieron a alumnos uniformados que portaban armas en las calles, revelaron ayer durante el acto que se desarrolló en la Academia de Policía en Luque en presencia de docentes, padres de familia y altos jefes policiales.