Susana Oviedo
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En medio de una intensa agenda de actividades en conmemoración del Día de Europa en Paraguay (9 de mayo), el embajador Paolo Berizzi visitó el Diario Última Hora y, de paso, conversó con nosotros sobre temas de la actualidad que involucran a la Unión Europea, el Paraguay, y el Mercosur.
–¿Qué expectativas tienen en la Unión Europea (UE) con respecto al nuevo gobierno que asumirá el 15 de agosto. ¿Qué esperan en especial?
–Esperamos seguir con estas buenas relaciones que tenemos entre Unión Europea y Paraguay. Todo va bien, no tenemos ningún tipo de problema, como los tenemos en otros países del mundo. Acá se trabaja muy bien. Creo que se tendría que seguir trabajando y profundizar lo que estamos haciendo. Reconocer que gracias a la cooperación podemos lograr también avances en materia electoral. Esperamos también alcanzar un acuerdo con el Mercosur, y una vez logrado, hacer que este sea verdaderamente útil; porque el acuerdo de libre comercio traería muchas ventajas, las que hay que aprovecharlas. Finalmente, la cooperación se enfoca en un 80% en educación y protección social. Lo que esperamos es que como UE seamos reconocidos ya en estos ámbitos como los mejores socios del Paraguay y los que podemos dar un valor añadido. Todo lo que hacemos en tema de cooperación con Paraguay, lo hacemos para ayudar a reducir la pobreza y a conseguir los objetivos de desarrollo sostenible.
–En las elecciones generales del 22 de abril, Paraguay contó de nuevo con la presencia de observadores electorales de la UE. En el 2013 habían dejado una serie de recomendaciones para mejorar el sistema electoral y político del país, que no fueron aplicadas. ¿Su delegación puede hacer un seguimiento para que el nuevo gobierno operativice esas recomendaciones?
–No solo puede, sino tiene que hacer el seguimiento. No conocemos aún cuáles serán las recomendaciones esta vez. Lo que es importante es que vinimos porque hay una invitación de la Justicia Electoral y del Gobierno de Paraguay. Luego el informe preliminar que salió el 24 de abril destacó efectivamente unas debilidades institucionales que siguen siempre. Y si vamos a comparar las recomendaciones del 2013 con la situación actual, unas se cumplieron, otras se propusieron y no prosperaron, y sobre otras no se hizo nada. Lo que hemos constatado también es que lo que dependía del TSJE se hizo bastante, y lo que dependía de cambiar leyes, del Parlamento y de los partidos políticos, casi no se hizo. Ahora vamos a ver si pasa la Ley de Paridad, que sería un progreso; y ver cómo se cumple y se implementa la Ley de Financiamiento Político. Son puntos fundamentales, así como lo destacado con respecto a las encuestas de bocas de urna, que es el cumplimiento de la ley. Hay una ley, pero no se cumple, y si no se cumple, ¿qué pasa?
–Es lo que destacaron en el informe preliminar presentado por Renate Weber, jefa de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE UE).
–Así es. Debilidad institucional y una gran influencia de los partidos políticos en el Poder Judicial, lo que nos preocupa. Hay otros sistemas en el mundo donde los partidos están muy involucrados en la gestión de las elecciones, pero hay un sistema de contrapeso que les permite funcionar bien. En este caso, hay que ver lo más eficaz y menos peligroso para el futuro del Paraguay.
–La UE presupuestó 168 millones de euros destinados a Paraguay para el periodo 2014-2020, de los que la mayor parte se dirigen a educación y protección social. Entiendo que seguirán invirtiendo para la reforma del sistema educativo. ¿Qué tipo de educación necesita el Paraguay, conforme a su contexto actual?
–Nuestra cooperación financiera bilateral con Paraguay es de 168 millones de euro en el periodo 2014-2020 a los cuales se tienen que añadir varios proyectos financiados por una cooperación regional que involucra a más Estados y que tienen proyectos que se implementan en Paraguay. Así que calculamos más o menos unos 30 millones de euro (40 millones de dólares) al año que llegan directamente al Paraguay. Y esa es la base. Del programa bilateral de 168 millones, la mitad, 85 millones son para educación. Ya hemos empezado a trabajar una primera parte de este programa. Todo este dinero, para que puedan comparar con otras cifras que ven, son no reembolsables. Utilizamos el sistema de apoyo presupuestario para la gran mayoría de estos fondos.
Esto significa hacer una transferencia al Tesoro del Estado, tras lograr unos objetivos comunes e indicadores predefinidos. No damos el dinero y “a ver qué haces con ello”. Se decide con antelación: “Tú estás en esta situación. Si dentro de dos años consigues avanzar a esta zona mejorada, con estos indicadores, te transferimos el dinero”. Así pasa, con fiscalizaciones.
En una primera fase de este programa dirigido a educación, nos hemos centrado bastante en la cantidad. La tasa de egreso que está bajando en la educación básica y en la educación superior, 1 a 2 % al año, es muy importante. Ahora vamos a seguir trabajando en cantidad, pero añadiendo mucho más la calidad.
–¿Qué debería implicar eso?
–Significa capacitación de docentes, tener infraestructura y material escolar buenos. Hay que transformar el sistema educativo paraguayo en algo mucho más moderno y acorde con los tiempos y con los otros países de la región. Hay que preparar mucho mejor para el mundo del trabajo a los alumnos que están en secundaria. No solamente que terminen, sino que lo hagan con una alianza con el sector privado y puedan encontrar rápidamente un espacio laboral, sin necesidad de que el sector privado le tenga que formar otra vez. Estos lazos serían muy importantes y en esto vamos a trabajar en los próximos años con Paraguay, apoyando su política educativa.
–¿Los empresarios europeos ven al Paraguay como un país potencialmente atractivo para radicarse e invertir, pese al sometimiento de la Justicia al poder político y las debilidades institucionales?
–Las inversiones están aumentando, gracias a las exenciones fiscales y a un bajo costo del trabajo. Pero donde encuentran más problemas es en la seguridad jurídica, que es un asunto horizontal que nos cuentan todos los empresarios. Nos dicen también que esperarían encontrar un poco más de productividad y personal calificado. Esas cosas que son típicas de un país aún más desarrollado. Lo ideal de atraer inversión es que, al principio uno lo hace como puede, pero luego hay que ponerse como objetivo atraer a los inversores para que digan: “Voy a Paraguay porque es muy productivo, porque encuentro personal calificado, hay infraestructura, etcétera.
Ese es el objetivo que hay que ponerse. En estas condiciones, un día las exenciones fiscales no serán necesarias. Vendrían de todas maneras las inversiones. Hay un modelo para atraer inversiones de inmediato, y uno para buscar ponerse objetivos a 10, 15 años para desarrollar más el país.
–En el proceso de negociación del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur, en estos momentos existen mutuos pedidos de mayor flexibilidad por parte de los bloques. ¿Cree que se concrete la firma este año?
–Sí. Estamos más cerca que nunca. Nos quedan tres/cuatro sectores donde hay problemas. Hace un año hubiera dicho quedan 10 cosas que hacer. Ahora quedan fundamentalmente 4 sectores que son: el sector automotriz, el de las indicaciones geográficas, los servicios marítimos y unas cuestiones agrícolas que quedan por resolver. Seguimos siendo muy optimistas al leer declaraciones de otros países del Mercosur, que se va a concluir este acuerdo cuanto antes. Todos los países y también la UE se dan cuenta de que estamos en una ventana de oportunidades ahora, que todavía está abierta. Hay que empujar un poquito más y cada uno hacer sus deberes en su capital.