EFE
Así lo informó el ministro adjunto al jefe del Gobierno portugués, Eduardo Cabrita, quien subrayó que esta política es reflejo de la posición del país, que este lunes mismo defenderá en la cumbre entre la UE y Turquía “el no al cierre de fronteras”.
El grupo de refugiados -cerca de la mitad, menores de edad- partió de Atenas en un avión fletado por la Oficina Europea de Asilo (EASO) y aterrizó a primera hora de la mañana en el aeropuerto militar de Figo Maduro, en Lisboa.
Portugal se comprometió a acoger a cerca de 4.500 refugiados en el plazo de dos años, aunque por el momento apenas recibió a poco más de un centenar.
Desde el Gobierno luso destacaron que las personas recibidas ya tienen definida su nueva localización, y recordaron que el Estado les garantiza libre acceso a la Sanidad, escolaridad a los menores y derecho a una vivienda.
La llegada de este grupo se produjo a petición de la EASO, con Francia y Portugal como los dos países que aceptaron dar asilo.
“Es una señal de solidaridad para decir no al cierre de fronteras y sí a la cooperación europea para apoyar a quien huye de la guerra y de una situación de dificultad”, resaltó Eduardo Cabrita.
El primer ministro luso, el socialista António Costa, aseguró el pasado mes de febrero en Bruselas que el país está dispuesto a duplicar la cifra de refugiados que podría acoger, hasta superar las 10.000 personas.
El jefe del Ejecutivo aseguró que existen plazas en universidades, institutos politécnicos, escuelas de formación profesional y trabajo en el sector agrícola suficientes que podrían ser ocupadas por estas personas.
“Sería interesante para muchos países europeos que verían aliviada la presión sobre su capacidad de acogida, y sería interesante para Portugal para cubrir necesidades que tenemos”, explicó