Con el fin de paliar los problemas de desigualdad, el colegio secundario Priory (ubicado en la localidad Lewes, Reino Unido) se convierte en la primera institución educativa del mundo en contar con uniformes de género neutro.
Dejando atrás las faldas, esta vestimenta busca brindar una salida a la situación de conflicto generada en los menores transgéneros, permitiéndoles, a la vez, dejar de lado el sentimiento de exclusión por su condición. Un paso que, sin duda, aporta a la creación de una sociedad más inclusiva y menos discriminativa.
La iniciativa se ha llevado el aplauso de muchos, pero también las críticas de otros. Tal es el caso del conocido periodista británico y ex alumno de la institución Piers Morgan, quien en una publicación en el Daily Mail calificó a la decisión como “ridícula y sinsentido”, asegurando que busca la confusión de los niños y niñas.
La medida se ha hecho eco en medios locales e internacionales, por la manera en la que encara un tema que en muchos países sigue siendo un tabú.