EFE.
Según fuentes oficiales, la banda criminal recibía cocaína en la capital paulista y la distribuía por otras localidades del estado de Sao Paulo.
Durante la investigación de la “Operación Frater”, iniciada en enero de 2017, la Policía aprendió 800 quilos de la droga, 11 fusiles, 2 pistolas, una gran cantidad de munición y 3 bloqueadores de teléfono celular.
En un comunicado, la Policía destacó que la acción es “un importante golpe a la estructura del PCC, ya que desarticuló una relevante célula de la facción responsable por el tráfico de drogas y armas entre los estados brasileños”.
Los doce investigados responderán ante la Justicia de Brasil por crímenes de narcotráfico y asociación para el narcotráfico, con penas de prisión de 5 a 15 años y de 3 a 10 años, respectivamente.
Además, algunos también serán acusados por porte ilegal de arma de fuego, cuya pena de reclusión es de 3 a 6 años.
La operación deflagrada por la Policía Federal se concretó justo unos días después del asesinato de uno de los jefes del PCC, Rogério Jeremias “Gegê do Mangue”, el único miembro de la cúpula de la facción en libertad.
Con un tiro en la cabeza y una puñalada en el ojo, “Gegê do Mangue” fue encontrado el pasado jueves en la región metropolitana de Fortaleza, capital del estado de Ceará (noreste).
El asesinato encendió alertas y abrió un abanico de incógnitas sobre su muerte, que expertos atribuyen a un ajuste interno o a la guerra por el control de las rutas del narcotráfico.