Con la sólida idea de que desear una ciudad mejor demanda una acción, jóvenes convocaron a la ciudadanía por medio de una página denominada “Quiero un San Lorenzo mejor” a “dejar los plagueos de lado y actuar” estableciendo fecha, hora y lugar para abandonar las herramientas tecnológicas y las redes sociales y propiciar un cambio por medio de las acciones.
La primera convocatoria fue marcada para el sábado 23 de enero de este año, a la cual solo asistieron tres personas. Esto no desmotivó a los apasionados que buscaban modificar una realidad, porque, según comentaron a nuestra redacción, el objetivo no era la cantidad de participantes, sino lograr el resultado deseado.
Sin importar que fueran dos, tres o más personas, fijaron reunirse todos los domingos a partir de las 15.00 en el Parque Ycua Paí para limpiar parte del arroyo y mostrar así toda la belleza que se escondía debajo de botellas de vidrio, bolsas de basura, televisores, monitores de computadores, teléfonos celulares, cubiertas, entre otros residuos.
Como un pacto de equipo los jóvenes se reunieron fielmente en el lugar. Dos meses después, por medio de un video, mostraron el antes y el después de un ex vertedero, el cual no solo fue abandonado por las autoridades de la zona durante varios años, sino que fue alimentado por la falta de conciencia ciudadana.
Entre 5 a 15 “pobladores comprometidos” lograron limpiar 60 metros aproximadamente del arroyo de la ciudad, lo cual significó 11 jornadas sucesivas de trabajo. La lluvia en ningún momento fue un gran impedimento para evitar ninguna reunión, ni lo será, aseguran.
Precisar la cantidad de bolsas retiradas del sitio es difícil según los “agentes de cambio”, pero no eliminan la posibilidad de que en cada jornada hayan retirado alrededor de 30 o 40 bolsas de cien litros aproximadamente.
En el proceso alegan haber encontrado objetos raros, simpáticos e inimaginables. Entre pañales, jeringas, televisores, monitores de computadoras, celulares, banderas de Paraguay y de Estados Unidos y hasta un extraño hueso “gigante” fueron retirados del predio.
La basura que juntaban en grandes bolsas era retirada del Parque por el personal de Aseo Urbano de la Municipalidad de San Lorenzo, quienes luego de varias solicitudes “ayudaron” llevando el residuo del lugar.
Los ciudadanos que trabajan en la limpieza del cauce son claros en que no quieren que se mezclen las acciones con alguna iniciativa política porque se trata de una decisión ciudadana que “busca un cambio real” y no una puja partidaria.
De la misma forma, adelantaron que los trabajos van a continuar. A pesar de que parte del arroyo que se muestra en el Parque Ycua Paí ya fue despejado de basura, pretenden limpiar la mayor parte de lo que abarca el afluente, con el anhelo de que se declare patrimonio natural.
El agua cristalina es una de las muestras de esperanza de un pueblo que, a pesar del abandono, optó por dejar las quejas y recurrir a la acción. Un pueblo que verdaderamente comprendió que el cambio se origina más allá del deseo.