19 abr. 2024

Pequeñas finanzas

Dar o no dinero a los hijos pequeños para que lo administren, y a qué edad empezar a hacerlo, son algunas cuestiones para las cuales los padres buscan respuestas. Una especialista aconseja cómo enseñar a los niños a manejar recursos.

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Revista Vida

Por Carlos Darío Torres / Foto: Fernando Franceschelli

Papá, quiero mi mesada”. El pedido tiene una fuerte influencia del lenguaje que se escucha en las series dobladas al castellano latinoamericano, pero es lo suficientemente claro: el/la niño/a exige que su padre le dé un monto de dinero mensual para usarlo según su criterio. Que lo haga como los adultos consideramos que es correcto, bueno... esa es otra historia.
Adriana Bock es economista y experta en finanzas. Ella considera apropiado y necesario estimular el hábito de enseñar a los hijos a manejar dinero desde una edad temprana. “Creo que es una habilidad necesaria para desempeñarse en la vida, como conducir un vehículo, manejar una computadora o incluso saber leer y escribir”, afirma.
Esta necesidad, cuenta la especialista, no aparece con el capitalismo ni con la sociedad moderna, sino mucho antes: desde el momento en que la humanidad pasó de la economía del trueque a la del intercambio por medio de unidades simbólicas de valor, tales como monedas, billetes y otros.
“El dinero otorga, ante todo, la posibilidad de elegir entre un bien u otro. Pero es justamente esta libertad la que nos plantea el desafío de aprender a tomar decisiones. Y el manejo del dinero se trata básicamente de esto”, agrega Bock.
Cómo enseñar
La manera de empezar la enseñanza y el momento más adecuado para hacerlo son otras dudas que los padres se plantean cuando deciden poner plata en manos de sus hijos. La economista opina que se puede motivar a los niños, desde que son pequeños, a observar con atención lo que hacen sus progenitores con el dinero, como compras, pagos, ventas y otros, y explicarles de manera sencilla qué es lo que está ocurriendo.
“Luego, podemos permitirles que practiquen, estando nosotros presentes, a entregar el dinero en la caja de la tienda y retirar la compra. Más adelante, al llegar al primer grado, ellos podrán practicarlo solos, con orientaciones previas, experimentando esa posibilidad de elegir conforme a sus preferencias, conveniencia y la cantidad de dinero con que cuentan”, recomienda Bock.
La administración también incluye adiestrar a los chicos a pensar en el futuro, en la previsión. Y cuando comienzan a aprender cómo gastar es el momento ideal para introducir el concepto de ahorro.
También suele ser una práctica adoptada por algunos padres, darles a los pequeños un ingreso mensual (mesada) para que lo manejen. A la consulta de si esta costumbre es aconsejable, Bock responde que sí, “pero cuándo hacerlo depende de la edad del chico, de su madurez y del criterio de los padres”.
La experta sostiene que el aprendizaje comienza con la observación y la experiencia desde la cuna misma. “Pienso que lo importante sería que, como padres, nos pusiéramos como meta que, a los ocho años, los niños al menos distingan las distintas denominaciones y su equivalencia aproximada en bienes, así como el proceso de ganar, ahorrar, invertir y gastar el dinero”, añade.
Para todos
Puede ocurrir que en algún momento nos preguntemos si existe el riesgo de que el aprendizaje de la administración de plata genere personas materialistas, egoístas u orientadas hacia una ideología capitalista. Bock no cree que esto llegue a ocurrir y opina que ese temor seguramente tiene que ver con la connotación negativa que en algunas ocasiones se le da al dinero, a veces considerado como algo sucio, peligroso o hasta inmoral.
“La realidad en la que vivimos nos plantea el desafío de saber administrarlo justamente para evitar que sea causa de conflictos en nuestra vida, y también para poder tener dominio sobre su manejo, reconocernos responsables pero también libres ante esta herramienta”, afirma.
Otra cuestión es qué pasa en los hogares de menores recursos, aquellos en los cuales los ingresos familiares siempre son insuficientes para enfrentar el desafío diario de sobrevivir. Sobre el punto, la experta considera que la práctica no es excluyente con relación a alguna franja de ingresos.
“El niño puede aprender a administrar el dinero del pasaje, del recreo o incluso de las compras domésticas, si sus padres no están en condiciones de hacerlo. Todas las personas económicamente activas reciben un ingreso y lo administran en función de las necesidades de sus familias”, señala.
En general, los especialistas sostienen que enseñar a los niños a manejar recursos monetarios es recomendable y que —independientemente de cada nivel social— los más pequeños necesitan involucrarse en esta administración. Y la mejor manera de aprender es mediante la práctica.

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Cuánto y cuándo

Generalmente se aconseja que el niño administre un monto conforme a su edad. Por ejemplo:

● De seis a ocho años, el dinero del recreo del día (entre G. 3.000 y G. 5.000).
● De nueve a 11 años, el dinero de la semana (entre G. 15.000 y G. 25.000).
● De 12 a 14 años, el dinero de la quincena (entre G. 50.000 y G. 100.000).
● De 15 años en adelante, el dinero del mes (entre G. 100.000 y G. 400.000).

Estos montos son estimativos y pueden variar de acuerdo a las posibilidades y el estilo de vida de cada familia.