De todas formas, valoró que el país haya mantenido su calificación y ratificó el compromiso del Gobierno de seguir implementando medidas que dinamicen la economía a través de la inversión pública, al tiempo de proteger los programas sociales.
Las evaluaciones realizadas recientemente por las tres calificadoras de riesgo que califican a Paraguay, como Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch, revelan que la región casi en su totalidad está teniendo una revisión a la baja o de mantener la calificación en lo que va del año 2016.
Particularmente, la agencia S&P mantuvo la nota de la deuda soberana paraguaya en “BB”, pero bajó la perspectiva de “positiva” a “estable”.
La entidad señala que los desafíos estructurales seguirán limitando la eficiencia en la implementación de las políticas, en un contexto de debilidad de precios de materias primas y una contracción económica de Brasil y Rusia.
La consultora expresa que se necesitan reformas estructurales y considera que se tienen dos proyectos sobre los cuales se pueden avanzar actualmente, tales como la reforma del Banco Nacional de Fomento (BNF) y la creación de la Superintendencia de Pensiones. Este último fue retirado del Parlamento por el Ejecutivo.