Un empresario que cuide adecuadamente el agua que usa para producir los granos necesarios para la economía y cuida de la gente, no es de aquellos que sacrifica los recursos de años por el lucro de apenas décadas. Un empresario que piense en sistemas que hacen al país económicamente próspero y que sea también socialmente justo y ambientalmente sustentable, con la idea de un nuevo modelo de desenvolvimiento, es un modo de ser sustentable, señaló Silva.
Toda vez que el empresario tenga responsabilidad social está ayudando a hacer el cambio de la inequidad y la pobreza, el cambio del sistema que destruye el medio ambiente; que tenga el compromiso ético y tiene un lucro que no sea solo para su propio sistema de valor, en detrimento de la sociedad, y crea un mundo mejor, eso es sustentabilidad económica, social, ambiental, política, ética, cultural, señaló.
Ante la pregunta sobre su visión sobre la sostenibilidad del modelo agroexportador, dijo: “Tienen que desarrollar la capacidad de mirar al prójimo”.
CRISIS. Silva habló también de la profunda crisis que el mundo vive, que si no se soluciona puede llevar a la gente a tomar otro camino. “Vivimos una crisis que llamo crisis de la civilización. Se compone de 5 grandes crisis: económica, social, ambiental, política y de valores. De todas, diría que la crisis política y de valores pueden ser la superficie de sustentación sobre la cual podremos incidir sobre las demás crisis y tomar las medidas adecuadas”, señaló.
Silva señaló que la profunda crisis se observa cuando en la economía un grupo de especuladores provoca una crisis que arrastra a las empresas con millones de dólares para socorrerlas, con el argumento de que ellas son tan grandes que no pueden caer. Pero no tienen para socorrer a 800 millones de personas que viven con menos de 2 dólares por día; ellas pueden caer”.
“Ese no es un problema técnico, es un problema ético, hay una profunda crisis de valores, y la crisis de valores hace que ellos paguen”, sostuvo.
Destacó que tenemos en el mundo un aumento muy grande de la desigualdad. “Si consideramos que en nuestros países de América Latina hay un aumento de desigualdades en 2014, pues el 10% más rico de la población de América Latina era dueña del 71% de la riqueza. Eso significó un aumento de la desigualdad en torno al 11% sobre todos los países”, dijo.