CIUDAD DEL ESTE
Los sectores que cuestionan el manejo de la Iglesia de la mano del obispo Rogelio Livieres Plano observan como una buena señal la suspensión temporal de la ordenación de nuevos sacerdotes formados en el Seminario Mayor San José, prevista para el 15 de agosto.
Laicos como la abogada Nani Arrúa y el profesor Carlos Pereira, quienes estuvieron en el grupo de fieles que se entrevistaron con el obispo Luis Tróccoli, coincidieron en señalar que la medida es saludable. “Celebramos la noticia”, señala Pereira mientras Arrúa asegura que se trata de una señal de importancia.
Los laicos consideran una medida acertada “dadas las denuncias presentadas”. También reconocen que es una señal de importancia que le dan a la situación de la diócesis. “Obviamente detectaron irregularidades, de lo contrario no se explicaría que suspendan las ordenaciones”, señaló la abogada Arrúa.
Las feligresas consideran que si los visitantes hubieran sentido que todo está perfecto, que todos están contentos, que la formación de los seminaristas es excelente y que “el resultado final es satisfactorio, no hubieran tomado esa medida”.
Pereira señala que la medida corresponde. “Livieres habla de fábrica de sacerdotes, en la fábrica se producen objetos, que es diferente, en un seminario se forma la mente humana, se nutre el intelecto de los futuros sacerdotes”.
Arrúa dijo no entender por qué los enviados ya no avisaron antes que se suspenderían las ordenaciones, ya que el último domingo se invitó en la misa para la ordenación. Ambos señalaron que son muchos los laicos de la diócesis de Alto Paraná y Canindeyú, que están dolidos por todo lo que está ocurriendo, empero exteriorizaron su deseo de que todo vaya a mejorar por el bien de toda la Iglesia.