El tiempo libre que se tiene para los hijos es innegociable. Después de una jornada de trabajo, los papás 2.0 se enfrentan al reto de criar y educar niños en la era del entretenimiento, que está liderada –por ejemplo– por el poderoso canal de videos YouTube, la última generación de videoconsolas, los superhéroes Marvel, DC y el animé.
Cumplir con este rol nunca ha sido más difícil porque los padres se preguntan constantemente si es conveniente o no dar a cierta edad al hijo un teléfono inteligente, si el contenido al que se accede a internet es apto, cuánto tiempo recomendable estar prendido a la consola. Un papá piensa en todo esto al mismo tiempo que acompaña a sus hijos en esas actividades.
De esta manera los papás 2.0 e hijos 2.0 hacen hoy una “simbiosis generacional” para compartir los mismos gustos y establecer lazos de amistad y compañerismo que rompen cierta verticalidad de roles.
Daniel Valdez es uno de estos papás 2.0 que resalta el desafío de ser padre porque es un rol que se aprende sobre la marcha y esto implica manejar las inquietudes, deseos y los nuevos hobbies de los más pequeños de la casa.
“Ellos se vuelven locos por YouTube”, afirma Daniel haciendo alusión a dos de sus tres hijos: Paula (7) y Alejandro (11). Leonardo tiene poco más de un año.
Ale estudia en el Colegio Cristo Rey, fanático de los cómics, tiene por pasatiempo practicar tenis de mesa con su papá. Hace poco le planteó subir videos a YouTube como lo hacen millones de jóvenes en todo el mundo. A Daniel esta tendencia impulsada por los conocidos youtubers (personas que suben contenidos audiovisuales a la web) le parece no tener sentido.
Cómo equilibrar. Dada esta situación, el reto es encontrar un equilibrio. En el tiempo libre el joven padre toca la guitarra y el hijo la batería. Ale aprendió viendo tutoriales. “Le digo que cuando toquemos bien subiremos el video”, dijo Daniel. Ambos hoy pasan el tiempo jugando FIFA.
A Robert Irrazábal la crianza de Ignacio (11) también le resultó todo un desafío. “Nuestros hijos son toda una universidad desde que nacen y tenemos que tener esa apertura en todo momento”, destacó.
Como la mayoría de los niños de su edad Nacho –como le llama su padre– cambió la televisión por YouTube en el que accede a contenidos que comparte con Robert. “Los youtubers son todo un mundo nuevo para mí", dice destacando que muchas veces él aprende de su hijo.
Robert toca la batería e Ignacio el piano gracias a los tutoriales que su papá le recomendó en YouTube. En los videojuegos ambos compiten en equipo porque “Nacho siempre le gana”.
Por su parte, Rodrigo Weiberlen resalta el libre acceso con controles que tienen principalmente dos de sus hijos con relación a las nuevas tecnologías: Bruno (12) y Emma (8). “Apostamos a educarles en los valores y la forma de los usos de las tecnologías porque es inatajable”. Rodrigo comparte con ellos ciertos contenidos digitales y recomienda a los padres jugar Minecraff.
Mateo Josué (5) ya está adentrándose de a poco al mundo de los juegos gracias a su papá, Milciades Recalde, quien destaca el acompañamiento que le da a su hijo para iniciar con seguridad su recorrido en el mundo digital.