Unos minutos antes de la sesión extraordinaria ayer, el oviedista había asegurado que no presentaría su renuncia, porque estaba seguro de que no la iban a aceptar.
Sin embargo, ante el plenario viró su discurso, y alegó que hacía apenas tres minutos tomó la difícil decisión de renunciar a su banca por lo que resta de este periodo.
“En honor a mi familia que está muy quebrantada quiero presentar mi renuncia por este periodo y que asuma la suplente electa y proclamada”, manifestó el ahora ex senador.
“Les pido que no me hagan ni me sometan a la humillación que le han hecho a Óscar González Daher, que presentó su renuncia y no se le aceptó. No quiero estar en esa lista en la historia de la pérdida de investidura”, suplicó.
Negó que haya pedido dinero a la fiscala Casse Giménez, que es lo que se revela en uno de los audios filtrados en torno al tráfico de influencia en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM).
Luego nombró a su hija, jurando que no pidió plata a la citada representante del Ministerio Público. “No estoy para pedirle plata a las mujeres, a mí me gusta dar dinero a las mujeres”, indicó.
Alegó que quería irse tranquilo, y pidió disculpas a todos los senadores en caso de que haya ofendido. Particularmente nombró a la opositora Desirée Masi.
“Si en algún momento dije cosas fuera de lugar, va mis disculpas”, refirió. “Desirée, yo te digo, por mi hija, no estoy mintiendo”, insistió.
Recordó que estaba dispuesto a someterse a la prueba del polígrafo, y luego amenazó que sabía mucho, pero que no era “kuña’i” para contar.
“Eso es actuar de ‘kuña’i’, de pichado, de delator. Yo no soy delator y no empezaré a mis 51 años. No soy de entregar tampoco ni traidor”, afirmó.